l'amour à Paris

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Narra Meredith

Addie apretó mi mano con fuerza durante el despegue, me aseguré de no soltarla, me prometí que siempre que ella necesitara fuerzas yo le daría la mía. Los niños sólo lloraron hasta que ya estuvimos volando, la presión al momento de despegar les provocaba dolor en sus oídos, hicimos lo mejor que pudimos para mantenerlos en paz.

- ¿Estás mejor princesa?- pregunté una vez que ambos se durmieron y pude verla respirar aliviada.

- Sí, me siento un poco inquieta, pero sé que todo estará bien - sonrió para dejarme tranquila, aún así no dejé de acariciar su mano, dejando que mi calor le diera tranquilidad.

No pudimos dormir durante el vuelo, estábamos tensas, casi no pude mirar por la ventanilla, todo me recordaba a aquel fatídico día. Por suerte, ambos bebés se portaron muy bien, son unos angelitos, se despertaron un par de veces, pero lo manejamos a la perfección.

Estoy muy orgullosa de mi Addie como mamá, es tan atenta y cariñosa, amo la voz que hace cuando les habla a los bebés, creí que no podía amarla más de lo que ya lo hacía, pero me equivoqué, cada vez que la veo siento más cosas por ella.

Narra Addison

Cuando el avión tocó tierra sentí cómo mi alma regresaba a mi cuerpo por completo, estuve a punto de bajar corriendo de ese avión. Luego de lo que vivimos en ese espantoso accidente, no podía ni siquiera pensar en que algo así pudiera volver a pasarnos, no podía pensar en que algo así nos pasara con nuestros bebés. Por suerte todo salió bien, ni siquiera hubo turbulencias, era un enorme alivio, debía dejar mis miedos atrás ahora que ya estábamos en París, estamos aquí para disfrutar y eso es lo que vamos a hacer.

El clima estaba más fresco de lo que esperaba, yo prefiero más las playas y el sol de California, pero era un lugar bellísimo y Mer se veía más felíz que nunca. Sé hablar francés con fluidez, así que pude comunicarme bastante bien en el aeropuerto, incluso logré conseguir un uber de confianza que podría llevarnos a nuestro hotel, me sorprendí a mí misma con mi pronunciación. Meredith no dejaba de morderse los labios cada vez que me escuchaba hablar en francés, ni siquiera se esforzó en disimular, me estaba devorando con la mirada.

Narra Meredith

Estoy tan enamorada de mi esposa, creí que no podía sentirme más atraída hacia ella, pero escucharla hablar en francés me hacía pensar en hacerle cosas indecentes. Me quedé embobada mirándola como si fuera un delicioso dulce que me pedía a gritos que lo comiera.

Cada vez que decía 'bonjour' me daban ganas de llorar...pero no precisamente por los ojos.

- Mer, vamos, el Uber nos está esperando - dijo dándome un codazo, me había quedado perdida.

- Lo siento ¿Me lo puedes repetir en francés?- pregunté intentando provocarla con una mirada penetrante.

- Meredith Grey, conozco esa mirada, controlate y muévete - me regañó dándome las maletas para que yo cargara con ellas.

Ella sólo llevó el cochecito doble de los bebés, me iba a quejar, pero a quién quiero engañar, haré todo lo que me pida siempre y no me molesta para nada.

Subimos al auto, el sujeto al volante era de estados unidos, así que no pude seguir deleitándome con mi Addie francesa. Llegamos al hotel bastante rápido, aún faltaba para el anochecer, así que quisimos ponernos lindas y salir a dar un paseo turístico con nuestros pequeños.

Me puse algo lindo y abrigado, estaba bastante frío, era el clima ideal. Les puse conjuntos nuevos a los bebés, se veían muy lindos, se ven lindos con lo que sea, ellos son perfectos. Addie también se abrigó, pero ella lo hizo de una forma más elegante, incluyó una boina que le quedaba pintada, incluso se colocó guantes, parece sacada de una película antigua ¿Cómo pretende que no me vuelva loca al verla?

Narra Addison

Dimos un largo y tranquilo paseo por la ciudad, visitamos un par de museos y jardines, tratamos de ir a los lugares menos abarrotados de gente para evitarles el estrés a los niños. Fue una tarde mágica, Mer me compró flores en un pequeño puesto que las vendía, estaba en un modo de completo romance, es mi versión favorita de ella.

De un momento a otro la noche cayó sobre nosotras, la torre Eiffel a lo lejos iluminaba en nuestro camino. Los bebés estaban cansados, los habíamos dejado caminar en un pequeño parque, hubo un par de caídas pero sólo rieron y se levantaron, son positivos y perversantes.

- ¿Quieres ir a cenar? - preguntó señalando hacia una zona de lujosos restaurantes parisinos.

- Me encantaría - respondí besándola a la luz de las estrellas.

Cenamos en un lugar precioso, en el que había opciones muy buenas para bebés y niños pequeños. Acompañamos nuestra comida con unas copas de vino, sólo una para cada una, no queríamos pasarnos de alcohol. En lo que esperábamos el postre, tuvimos que dormir a los niños, se habían puesto algo molestos, fue un día demasiado largo para ellos, su rutina se había roto y no estaban acostumbrados.

Volvimos al hotel cansadas, pero con enormes sonrisas en nuestros rostros que nos iluminaban mutuamente.

Fuí a darme una ducha en lo que Mer les ponía ropa cómoda y para dormir a los bebés, cuando volví al cuarto y me dirigí hacia la cama me encontré con la escena más bonita del mundo.

- Cariño, estaba pensando en que mañana podríamos ... - me detuve para apreciar lo que había frente a mí.

Ellis y Mer se habían dormido abrazadas, compartían una paz que llenaba de calor mi corazón. Se veían tan pacíficas que me aseguré de no hacer ningún ruido que pudiera despertarlas.

Bailey por su parte, parecía estar esperándome, sentado y jugueteando con las sábanas, los acostumbramos mucho a dormir abrazados, pero no existe mejor forma, tenerlos cerca me da una seguridad inmensa

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Bailey por su parte, parecía estar esperándome, sentado y jugueteando con las sábanas, los acostumbramos mucho a dormir abrazados, pero no existe mejor forma, tenerlos cerca me da una seguridad inmensa.

Bailey por su parte, parecía estar esperándome, sentado y jugueteando con las sábanas, los acostumbramos mucho a dormir abrazados, pero no existe mejor forma, tenerlos cerca me da una seguridad inmensa

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Lo tomé en mis brazos y me acosté junto a mis chicas para dormir juntos en la ciudad del amor, bajo las luces citadinas y la luna que se asomaba por el ventanal. Era el lugar perfecto para amar y sentirse amado.

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En éstos capítulos será todo muy tierno. Excepto Mer, ella anda hot

No Quiero Ser Tu Amiga // Grey's Anatomy (Meddison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora