Diferente //Sabrina Lewis//

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Sabrina Lewis 5 años.
La noche que posee los recuerdos de su yo adulta.

Espero que esto sea una pesadilla, que haberme robado un poco del helado cuando me habían dicho que no comiera porque me haría engordar.

Pero se que no es así, se que que todo es verdad, las lágrimas bajan sin querer parar, no puedo creer que mi futuro sea tan triste.

No puedo creer que fui tan tonta y caí tan bajo como para estar así, como las señoras de las que mi mamá tanto se quejaba, no se porque duele tanto.

Recuesto mi cabeza en la almohada y sigo sollozando bajito no quiero despertar a nadie.

Omnisciente

La mañana siguiente de este suceso la familia Lewis no espero sentir tan extraña a su princesa, a su hijita.

Desde que bajo a desayunar lo notaron, la seriedad y porte con el que se empezó a expresar no era el de una niña, no parecía una niña. Parecía una adulta encerrada en el cuerpo de una niña.

— quiero exponer uno de mis deseos— todos en la mesa prestaron atencion a la pequeña.

— Si, ¿qué es lo que deseas?— pregunto el patriarca de esa familia.

— quiero entrar en la academia militar de Grecia — los tenedores terminaron en los platos y la impresión asombrada de todos los integrantes fue lo que vino después de esas palabras.

— Que! NOO!! una señorita no es asi!!— fue el grito horrorizado de Martha Lewis.

— no es tu decisión, no te incumbas en lo que quiero para mí vida, consigue otra muñeca a la cual moldear— la seriedad y frialdad bañaron esas palabras, expresadas con tanta rabia por parte de la pequeña.

— mi niña, Grecia es un lugar que está muy lejos, porque no entras a la de aquí, en Londres o en Rusia, que es una de las mejores — trato de razonar José, pero nada haría que Sabrina cambie de parecer.

— no me interesa estar en el mismo país o cerca de aquí, quiero irme lejos, agradezcan que no me fui a América o Asia — dijo Sabrina en respuesta.

— hermanita pero aquí en Londres podrás estar conmigo, te presento a mis amigos y te puedo proteger — dijo el primogénito de los Lewis.

— que no entienden que no, quiero ir a Grecia, entonces, me firman los papeles por favor — después de decir eso subió rápido a su habitación y los papeles que por el insomnio que le trajo la revelación que tuvo imprimió, ella pensó mucho en eso y decidió eso, quiere estar completamente lejos de una familia tan tóxica y corrosiva como eran los Lewis.

José y una renuente Martha firmaron, no esperando que después de esa serían pocas las veces que volverían a ver a su hija.

Sabrina 10 años

La verdad en estos 5 años, me he adoptado muy bien a toda esa información que tengo, he meditado para no volverme loca con todo lo que se.

Con mi familia son contadas las veces que he regresado y siempre que lo hago procuro sacar pequeños objetos de valor que hago que alguno de mis amigos más grande vendan, todo ese dinero me ha tocado enterrarlo hasta que sea mayor de edad o cuando mi conocimiento en informática sea más avanzado y pueda falsificar alginas identificaciónes.

El pobre de bratt se ha llevado todo el peso de mi huida prácticamente, porque ahora está obligado 100% a ser el mejor en todo, yo poco a poco me he desligado de esa familia. Que tóxica son.

A veces me escapó de esta escuela y entro en los barrios bajos de Grecia, necesito todo el dinero cuando empieze a comprar acciones, el dinero es algo que no me puede faltar para cuando empiecen a suceder toda las cosas que recuerdo.

Necesito dinero así sea para escapar lejos y hacerme un cambio de cara. Cualquier medida que pueda tomar para no morir será usada.

Sabrina 15 años

Desde hoy puedo decir que soy rica, ya pude empezar a comprar acciones, hacerme amiga de los cerebros de la informática fue de mucha ayuda. Yo no pude avanzar mucho en eso, no fue mucho mi fuerte.

Hoy tengo que regresar si o si a Londres, me amenazaron de que si no regresaba por está semana me vendrían a buscar como fugitiva. Que vergüenza para mí tropa esto.

No les conté, soy sargento, con logros de una teniente pero me falta una misión y me acienden, seré la teniente más joven, a este paso los logros de Christopher serán pocos al lado de los míos.

Voy ya en el avión camino a Londres no presiento que lo que me dirán sea algo bueno. Pero ajá toca hacerlo.