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Colombia

País donde se respira que va a ver muerto pronto.

Se que deben andar preguntado quien.

Bueno, les hecho el chisme porque se que les gusta.

Yo andaba toda tranquila por las calles de cartagena, está ciudad me tiene divina, el sol me sienta de maravilla. Yo tranquila paseaba por la piscina del hotel donde me estoy quedando. Cuando o sorpresa.

Un pelinegro.

Un pelinegro con ojos grises

Un pelinegro con ojos grises que se apellida Morgan

Que jodida cosa hace el jodido Christopher Morgan en Colombia, más aquí en Cartagena, en el hotel donde me quedo.

Mierda.

Pero el no me va a dañar mi buen descanso, ya que me queda unos días antes de empezar mi entrenamiento, la ida a Italia se posterga un poco, pero de que voy. Voy.

Me recuesto en la tumbona y me quito  los lentes de sol. Porque quiero tomar un bronceado completo.

Después de unos minutos de estar recostada siento como el sol que antes me pegaba ya no esta

Abro los ojos y veo al imbécil más grande de todos los tiempos parado.

— que quieres?— le pregunto sin invitarme que este sin camisa y muestre ese espectacular cuerpo.

Porque el maldito debe estar tan bueno, pero su padre está mejor y apuesto mi sueldo que el Reece lo debe estar aún más.

— tengamos una cena?— es lo que dice.

— no gracias, no tengo tiempo para perder y quiero disfrutar el poco que me queda lejos de tu presencia — le digo, veo como se le desencaja la mandíbula.

Y es verdad, salir con Christopher es buscar que las hormonas hagan su papel y terminemos envueltos en sábanas, el no sabe lo que es ser rechazado, entonces es ponerme una soga que no necesito ahora mismo.

Que se lo quede Rachel, a mi que me deje de estar jodiendo.

Trama por favor empieza, cuando se supone que este esperpento empieza a regir en londres.

— te quiero proponer algo que nos beneficia a los dos— me dice, con los dientes apretados.

— no, sexo no quiero, tu dinero, ya me lo da tu papá, relacion, no gracias estoy bien soltera, entonces no hay algo que me puedas dar que me beneficie— le digo, detallando con mis dedos cada cosa que le voy diciendo.

— jodete maldita rubia— me dice dándose la vuelta.

— muy maldita y todo pero es obvio que me quieres coger perro— le digo.

Veo como se aleja y yo sonrió vuelvo a cerrar los ojos y me relajo.

Ese infeliz está buscando que le ponga mata ratas en la comida.

Que cansón es.

Desconocido

La veo acostada y relajada, me rei mucho cuando ví su interacción poco amistosa con el Morgan más joven.

Ese estúpido está buscando lo que no se le ha perdido, puedo soportar al otro porque la tiene como lo que es. Una reina.

Pero nada más que me presenté ante ella y haré todo lo posible porque olvide hasta el nombre de ese estúpido.

La veo pararse y cuando la pierdo de vista tomo mi celular y reviso que ya haya llegado a su habitación, quiero ver si le gusto mi sorpresa.

La veo entrar y sonrió cuando su cara muestra la incredulidad y emoción que sabía que iba a tener.

Puesto que en la cama está un pequeño cachorro de Husky completamente negro y los ojos azules. Me gusta aún más cuando entra y enseguida lo toma. Mirando la nota que le dejé.

La veo hablar de algo y me río un poco cuando el cachorro la lame.

Eso que cuide de nuestro hijo en lo que yo llego.

Que según los planes sera más pronto de lo que creo.

Diferente //Sabrina Lewis//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora