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Narrador Sabrina.

Con que un Morgan más atrás de mí, yo sé que estoy buena. Pero tampoco espere que tanto. Lo único bueno es que este si sabe porque camino ir.

Me río otra vez cuando recuerdo al estúpido diciendo que mi Star es su hija. Por dios, es mía. El me la dió. Por lo tanto es de mi propiedad.

Estoy en mi carro de camino a la central el coronel Cardona me está esperando y hoy empiezo el entrenamiento para estos hijos de perra.

Necesito que mi nombre resuene por todo el mundo, que la gente tiemble por lo que se dice y que cuando me vean se confundan por mi lindo aspecto.

Si, las máscaras serán el punto de inflexión en esta historia. Si quiero ser la número uno tengo que saber manejar las masas sean grandes o pequeñas. Empezemos por lo pequeño.

Esta central no es muy conocida, lo único que se dice es por su alto nivel de corrupción, pero la gente calla y no hace nada. Bajo mi mando eso no va a pasar. Pero romper ese patrón tan grande es bueno simular que nada pasa y que todo lo que ves se olvida.

Pero no, solo es un momento de recolección de información, pruebas y hablar con las personas que se necesitan.

En este caso mi querido suggar. Alex va a ser la persona que me ayude con esto, de paso ganó unas cuantas medallas y me acerco más al puesto de coronel, jajaja todo pasa por algo y eso que quiera estar en otro país es por algo

Cuando llego veo al coronel parado en la entrada. Sonrió

— saludos coronel Cardona — le digo cuando bajo del auto.

— saludos capitana — me devuelve el saludo. — la estaba esperando, le daré el recorrido y le mostraré cuál es la tropa en la que estara al frente — me dice haciendo una seña para que camine.

Me da un recorrido por toda la central mostrando rutas y lugares en específico, cuando llegamos al campo de entrenamiento donde se encuentra un escuadrón de alrededor 100 soldados en formación.

— tropa Beta, está es la capitana que estar al frente de ustedes — dice el coronel, las personas se miran y susurran. Yo decido en ese momento tomar la vocería.

— !! Firmes!! — les digo, mi grito los alerta y acatan de una la orden — quiero que saquen de su cabeza el pensamiento de que porque me veo joven y todo tengo el puesto regalado. Me la gane a pulso. No necesito una partida de mariquitas en mi tropa, o se acoplan o se chingan— les digo, los reparo y veo una mirada desafiante. Sonrió — tu!!— le digo y lo señaló el da un paso al frente — quiero que intentes darme un golpe— el sonríe. Me imagino que en su estúpida cabeza retrograda está el pensamiento de que va a poder conmigo.

El se acerca con toda la intención de enseguida golpear. Lo detengo y en dos golpes y una patada lo tengo de rodillas a mi

— no me vas a venir con aires de macho pecho peludo, estoy al frente y me respetas— le digo — por la insolencia vas a estar haciendo 1000 sentadillas— le digo, su mirada cambia — y si paras vuelves a uno — lo siento y miro a las otros — a mi me respetan y siguen al pie de la letra todo lo que les diga — les digo

Se escucha un coro de “si capitana ” sonrió.

Que empiece esto.

Diferente //Sabrina Lewis//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora