11

1.2K 245 46
                                    

Sabrina estaba recostada en una tumbona junto a la piscina del hotel, disfrutando del sol de la tarde. Su cachorra de husky, Luna, estaba a su lado, jugueteando con una pelota. Sabrina cerró los ojos, permitiendo que los cálidos rayos del sol acariciaran su piel mientras una suave brisa movía su cabello.

Desde la ventana de su habitación, Christopher Morgan observaba a Sabrina. Su mirada era intensa y fija, siguiendo cada uno de sus movimientos. Tras unos minutos, dio un paso atrás y se adentró nuevamente en su cuarto, la mente absorta en pensamientos oscuros y secretos inconfesables.

Narrador desconocido:

Christopher no era el único que tenía interés en Sabrina. Pero por su vida y pasado le juegan en contra.  Mientras ella disfrutaba de la piscina, me acerco lentamente, ya hice todo lo que tenía que hacer, resolví las cosas pendientes que tenía. Es momento de mostrarme ante mi reina.

caminó con determinación hacia la piscina, sus ojos clavados en Sabrina. Al llegar a su lado, se detuvo me permito detallarla y maravillarme como siempre. Es preciosa, mi reina siempre está radiante


—Hola —saludó cuando llegó a su lado, esbozando una sonrisa encantadora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hola —saludó cuando llegó a su lado, esbozando una sonrisa encantadora. Feliz de poder hablarle, de estar tan cerca después de tanto tiempo en las sombras.

Sabrina levantó la vista, sorprendida por la interrupción a su momento. Me imagino que me esta maldiciendo en su mente por eso. Veo a Star en su regazo.

Mi reina está cuidando muy bien a nuestra hija.

—Hola —respondió, algo desconcertada. Aunque veo un poco de reconocimiento en su mirada. Es de esperarse.

—¿Te gustaron mis regalos? —preguntó sentandome en la tumbona de al lado.

Sabrina frunció el ceño, intentando recordar. Uish como no va saber que regalos hablo.

—¿Tus regalos? —repitió, confusa.

—Sí, las flores y los libros. Y esa hermosa cachorrita que me tomo mucho tiempo encontrar— sonrió, observando su reacción. Jajaja la amo por Dios.

—¡Oh! Sí, me encantaron. Las flores eran preciosas y me sorprendió ver que pudiste entrar como si nada a mi habitación — me dice, dandome una mirada interrogante

—Me alegra saberlo. Lo de la habitación Me lo reservo, un mago nunca revela sus secretos  — le digo dándole una sonrisa un poco egocéntrica. Ella rueda sus hermosos ojos.

—Fue un gesto muy bonito. —Sabrina acarició a star, sintiéndose más relajada. —Pero, ¿cómo sabías qué me gustarían?

Me encojo de hombros, una sonrisa juguetona brillando en mis labios. Se que se está irritando por la forma en vuelve a torcer los ojos. Se va quedar tuerta a ese paso.

—Digamos que tengo mis fuentes. —Hizo una pausa antes de continuar — pero no te preocupes vas a tener siempre algo que hará que este en tu mente— le digo seguro de mis palabras.

La veo pararse revisando algo en su teléfono. Le doy una caricia a mi hija y la miro.

— estás cuidando muy bien a nuestra hija— le digo. Ella solo chasquea la lengua.

—mi hija, no hay nada nuestro, pero bueno nos retiramos —Extendió su mano para despedirse.

tomó su mano, apretándola suavemente

—un placer poder haber hablado contigo mi reina —La miró a los ojos, y doy un beso a su mano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—un placer poder haber hablado contigo mi reina —La miró a los ojos, y doy un beso a su mano. —Mi nombre es Reece Morgan. Estare a tu disposición como un fiel sirviente — le suelto la mano. Ella sonríe.

Le gusta que la alaben, como la reina que es y ella sabe que es.

Sabrina me miró, se acercó y dejó un beso en mi mejilla.

— espero encontrarnos luego, Reece Morgan — un escalofrío me recorrio. Que bien se escucha mi nombre de sus hermosos labios.

La veo alejarse y sonrió.

Pronto la haré mía.

Diferente //Sabrina Lewis//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora