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Mi pequeña stark una perrita Husky que me regaló alguien dejándola en la habitación del hotel donde me estoy quedando.
No sé quién la mandó, no me interesa saberlo, solo estoy agradecida por un buen detalle.
La llevé al veterinario me dijeron que tenía todas las vacunas puestas desparasitada o sea no tengo que hacer mucho con ella le compré unos juguetes, su camita, su comida.
Estamos tranquilas en el hotel esperando un Uber, estoy a un paso de ir a hacer los trámites para poder viajar con la perra, pues mi viaje a Italia no está postergado, los de la central de aquí de Colombia estuvieron de acuerdo en que empezara esos trámites ya que solo me voy a quedar tres meses. En tres meses tengo que poner en alto esta puta ciudad.
— te llevo?— alzó la mirada Christopher está parado frente a mí porque no me sorprende.
—no sé si yo hablo en chino mandarín tailandés o algún idioma alienígeno que no sea fácil de entender pero qué parte de no me quiero involucrar contigo no entiendo o será de que tu ego dañado es el que está hablando y por eso está atrás de mí como un pinche rogado ya me estoy sintiendo acosada la verdad— con cada palabra que voy soltando la cara se le va desfigurando aún más de la rabia..
— uno ya no puede ser amable en estos tiempos— es lo que dice. Me río en su cara.
— los Morgan nos son amables — le digo. Puesto que eso lo se de sobra
Alex puede coger todo lo rico que quiera pero no olvidaré que la insinuación de un ascenso a cambio de sexo fue de el.
Flashbacks.
Estoy en el campo de entrenamiento sudada y cansada. Pero sobretodo frustrada.
Nos esperaba verdaderamente que le dieran la misión a otro escuadrón, ese era mi boleto para ser sargento.
Maldita sea.
Voy a las duchas cuando siento que alguien me llama.
— Sabrina— volteo viendo al ministro. Que sorpresa. No sabía que andaba por estos lares.
— ministro — hago el respectivo saludo.
— me enteré que la misión no se la dieron a su escuadrón — me hago la desentendida.
Es obvio que el sabe de eso. Por dios es el ministro.
— si, pero me toca esperar otra misión para poder hacer los trámites y ascender a teniente — le digo. Aunque se que eso no le debe importar.
— puedo ayudarte a que todo sea de una manera mucho más rápida — lo miro, es enserio que me está proponiendo eso.
Me da un poco de risa porque yo soy menor y el lo debe saber.
— sabe que puede estar teniendo muchos problemas legales si la gente se llega a enterar de eso— le digo, sonriendo un poco. Si la oportunidad se presentó no la voy a desaprovechar.
Cómo dice el dicho: si la vida te da limones a limonada
— pero es algo que te beneficia, por lo que me imagino que tú sabrás callar— ahora sí me río un poco.
Descarado.
— claro, pero no espere que esté detrás de usted, no quiero una relación — le digo.
Veo su cara de sorpresa.
— estamos en la misma página entonces sargento— sonrió, me doy vuelta y me voy a las duchas.
Siendo el ministro imagino que ya sabe cuál es mi número y dónde vivo.
Es cuestión de el.
Fin del flashback
— puedo ser amable— me responde Christopher.
— si, pero tarde o temprano vas a querer algo a cambio y no estoy para eso— le digo, me levanto cuando mi celular me notifica que ya llegó mi Uber.
Cargo a Star y salgo sin dejarlo hablar.
Christopher ya me está hartando con su manera cansona de ser.
Mensaje 📩
Desconocido: estoy feliz que mi regalo te guste. Cuida de ella como si de nuestra hija de trate. Espero que cuando regreses de dónde sea que vas te guste el regalo que deje en tu habitación.
Me rio, así que el señor desconocido ya hasta un hijo me dió.
No le doy importancia, total, si me quisiera hacer daño hace rato lo hubiera hecho.
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