CAPÍTULO XXI

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Cuando iba a contestarle a Charlotte su pregunta, alguien más lo hizo por mi, conocía muy bien esa voz, sí, Rebecca Armstrong estaba detrás de mi.

-No está soltera.

-Disculpe, no era mi intención molestar.

-No se preocupe, está conmigo y vamos a tener a nuestro primer hijo. - dijo abrazándome por detrás y poniedo sus manos sobre mi vientre, ésto no es justo, tengo derecho a conocer y salir con otras personas.

-Yo... - Rebecca no me dejó terminar.

-Sí cariño, sé que estás cansada, por eso es que ya nos vamos. - ¿Qué le pasa?

-Las dejo, fue un gusto conocerla Freen y a usted...

-Rebecca Armstrong, el gusto fue nuestro, nos vemos.

Me levanté a regañadientes de la banca, Rebecca rodeó mi cintura con su brazo y fuimos directo al estacionamiento, nos subimos al auto, en el camino nadie dijo nada hasta que entramos a la casa, Rebecca estaba por irse pero la detuve.

-¿Por qué lo hiciste?

-¿Hacer qué?

-Rebecca, sabes muy bien de lo que hablo.

-No, no lo sé.

-¡Maldita sea, Rebecca , no eres una niña!

- ¡No me grites!

-¡Pues contéstame!

-¡Bien! ¿iQuieres una respuesta!? ¡Te la daré!

-¡Pues dilo!

-¡Porque tú eres mía!

-¡Yo no soy tuya ni de...

No me dejó terminar, sus labios atraparon los míos, por un momento me quedé helada, pero después seguí con el beso, no quería que se terminara nunca, sus labios me encantan y más cuando me besa, después de unos minutos nos separamos por falta de oxígeno.

-Mía, solo mía y de nadie más ¿Entiendes?

-No, yo tengo derecho a hacer mi vida.

-Estamos esperándo un hijo.

-Eso no tiene nada que ver.

-¿Qué no entiendes?

-No, yo puedo salir con quien yo quiera.

-No puedes.

-¿iPor qué!?

-¡Maldita sea porque me encantas, me vuelves loca, por eso te odio, porque me haces sentir cosas que jamás había sentido y porque te quiero solo para mí!

Mi corazón comenzó a acelerarse, no quiero emocionarme porque puede que sea una mentira como la primera vez, pero no puedo evitar sentirme emocionada.

-¡Me gusta estar contigo, reír, maldita sea no puedo vivir sin ti ¿Entiendes? Si te alejas de mi no sé que haría, no puedo hacerme a la idea de verte entre los brazos de otra persona, de verte con alguien más que no sea conmigo, no puedo imaginar que otra persona toque lo que es mío, no puedo perderte y lo peor es que ni siquiera te tengo, pero me da miedo lastimarte, por eso me alejo de ti, porque no quiero lastimarte, me alejo para protegerte!

-iMaldita sea protegerme ¿de qué?!

-¡De mí! ¡Yo no soy buena para ti!

-¿¡Por qué!?

-¡Porque no lo soy!

-¡Tú no puedes tomar una decisión que es mía!

-¡Es por tu bien!

-¡Crees que es por mi bien, alejándote me haces más mal, me haces sufrir! - dije con lágrimas cayéndo por mis mejillas.

-¡No puedo estar cerca de ti!

-¡¿Entonces por qué no me dejas salir con otras personas?!

-¡Porque no puedo dejarte ir!

-¿¡Por qué eres así!?

-¿¡Quieres saber por qué!?

-¡Sí!

-¡Bien, ven conmigo!

Me tomó del brazo y fuimos al auto, nos subimos, encendió el auto y arrancó, cada vez nos alejábamos más de la ciudad, después de unos minutos llegamos a una casa muy grande, más bien una mansión, se veía muy descuidada, como si nadie hubiera vivido ahí por años, Rebecca abrió la reja principal, entramos y después abrió la casa, entramos, al entrar todo el lugar estaba frío, tomó mi mano y me llevó hasta una oficina, nos sentamos en unos sillones que estaban ahí.

-¿Qué hacemos aquí?

-Ésta era mi casa hace muchos años.

-¿Por qué no vives aquí?

-Porque ésta casa me trae muchos malos recuerdos..cuando tenía ocho años éramos la familia perfecta, o al menos eso creía yo hasta que comenzaron a discutir, todos los días mi padre encontraba una razón para discutir, el tiempo pasaba y discutían con mayor intensidad, mi padre comenzó a volverse más violento y golpeaba a mi madre, mi abuelo tuvo que intervenir más de una vez, mi padre lloraba y prometía que iba a cambiar, se disculpaba, mi madre lo amaba, ese amor la llevó a la muerte.

Al hablar su voz se cortaba, sus ojos estaban llenos de lágrimas, me partía el corazón verla así, nunca la había visto llorar, lágrimas escaparon por mis mejillas, tomé su mano y le dí un apretón, ella me miró y me ofreció una sonrisa de tristeza, tomó aire y siguió hablando.

-Una noche mis padres estaban discutiendo, mi madre se había enterado que estaba embarazada pero no le dijo nada, mi padre era muy celoso, la había seguido durante varios días, mi madre había estado viendo a un primo suyo que nos ayudaría a escapar de mi padre, él los vió cuando se estaban despidiendo, eso lo volvió loco, cuando mi madre llegó a casa mi padre estaba aquí en la oficina, mi madre entró a verlo, apenas entró aquí él le gritó y le dijo que ya sabía que tenía un amante, ella lo negó porque era mentira, mi padre le dió una cachetada que la hizo caer al piso, yo escuché los gritos así que vine enseguida, ví a mi padre, estaba pateándola ella le gritó que estaba embarazada que parara por favor, él le reclamó y por supuesto creyó que era de otro hombre, continuó pateándola, yo no podía permitirlo, me metí y traté de alejar a mi padre de ella pero lo único que conseguí fue un golpe que me lanzó hacia atrás, me quedé inmóvil sin saber que hacer, mi padre continuó golpeándo a mi madre, mi madre solo gritaba del dolor, yo no sabía que hacer, mi padre la golpeó hasta el cansancio, yo veía todo pasar en cámara lenta, mi abuelo entró junto con otros hombres quitaron a mi padre de encima de mi madre, lo sacaron de aquí, mi abuelo corrió a ver a mi madre, tomó su pulso...mi...madre...había...muerto...mi padre la mató a golpes, después de ahí, todo para mí fue muy díficil. Jamás olvidé aquella noche. mi madre muerta en el piso. Y cuando mi padre se enteró de lo que había hecho, tomó su arma y se suicidó, mi abuelo y mi nana me cuidaron...por eso he evitado estar cerca de ti, tengo miedo de ser como mi padre y lastimarte a ti y a nuestro hijo...

PREDESTINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora