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me siento vacía... Sin ganas de vivir... Observo a mi alrededor, veo una navaja, no sé cómo llego hay pero la cojo, la miro, miro mis muñecas, todo estaría mejor si yo no existo, estoy apunto de cortarme las venas, cuando entran sin tocar.

—cuña... ¿Que vas hacer? O mejor dicho¿Que estabas apunto de hacer?—dice Ale acercándose lentamente, se arrodilla delante de mi y me quita la navaja, metiendosela en el bolsillo tracero—mírame Em—dice cogiendome la barbilla —¿Por qué lo ibas hacer?

—yo... Yo solo...—sollozo—no quiero vivir más...-me rodea con sus brazos Y me derrumbó, lloro,lloro en sus brazos, lloro como si no existiera un mañana.

—Escuchame, eres valiente, valiosa, no lo vuelvas a intentar o ¿como voy a soportar a Mattia yo solo?—dice intentando animarme, yo solo puedo darle una sonrisa débil.—tengo que irme pero antes, prométeme que no lo vas a volver a intentar.

—lo prometo—dicho eso sale y cierra la puerta detrás de él.

Pasa un momento y la puerta se vuelve abrir, esta vez es Mattia.

Me acuesto dándole la espalda, pensé que se iría pero no, se acostó a mi lado, rodea con sus brazos mi cintura, hundiendo su rostro en mi cuello.

—perdón hermosa, perdoname por tratarte así, perdóname por alzarte la voz, perdóname todo lo que echo mal contigo, déjame obsequiar te algo—dicho eso se levanta y oigo como abre la puerta—dejen todo ahí-siento como cierran otra vez la puerta, y me volteo, abro los ojos como platos... Joder me lleno la habitación de girasoles... Mi flor favorita..

—¿te gusto?

—si...

—cambiate y ponte algo cómodo— no me deja hablar y se va.

Supongo que me voy a cambiar, con cuidado de no pisar las flores me voy al almario, escojo un short y una blusa blanca, para los pies unas botas, me dirijo al baño, me doy una ducha rapida y me cambio, cuando ya estoy lista, salgo
Y que casualidad Mattia está justo al frente de mi.

—¿Lista hermosa?—asiento con la cabeza —andando, sígueme.

Nos dirigimos hacia las escaleras y bajamos, después nos dirigimos da la puerta tracera que da hacia el patio, es súper gigante, tiene una piscina no tiene dos pero pasamos de largo y entre los arbustos hay una puerta, está se dirige a un inmenso bosque...y pienso <<¿sera que me va a llevar para matarme? Bueno...>>

—¿Adónde me llevas?

No me responde, perfecto.

—¿Adónde vamos?—vuelvo a preguntar.

—tranquila pequeña, tienes que ser paciente, no te preocupes no es nada malo.

Tranquila...

Después de un rato se detiene y alza la cabeza, hago lo mismo y veo una hermosa casa en el árbol.

—¿Traes aquí a todas las personas que compras?— me atrevo a preguntar.

—No, de echo solo he venido aquí con mi hermana menor y ahora tú.

—¿Tu hermana está muerta? perdón si sonó imprudente.

—No ella no está muerta — se queda en silencio para después volver hablar —o eso quiero creer—eso último lo dice más para el que para mí—¿Quieres entrar?

—No gracias otro día será.

-—en ese caso volvamos.

Se sintió lindo que me trajera a un lugar tan hermoso y que tenga un gran significado para el.

El Legado Oculto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora