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Emma

Me despiertan con un balde de agua con hielo.

Un hombre en silla de ruedas entra.

—Eres más hermosa en persona, que en fotos—dice el viejo que está sentado en la silla de ruedas— pero las fotos me han servido de inspiración —dice cerrando el puño de su mano, moviendola de arriba hacia abajo, entre sus piernas, claramente entiendo la referencia.

De Repente me quitan la cinta de la boca, tirando con fuerza, y gritó.

— Maldito hijo de puta, te vas a morir de eso me voy a encargar yo imbécil.

—jaja ¿Y cómo? Con ayuda de tu estupido bebé y mi sobrino.

No. Él no se podía enterar que estoy esperando un bebé.

—¿Que de que hablas?¿Quien es tu sobrino?

—Mattia Rossi el es mi estúpido sobrino.

No... El no me contó nada que tenía un tío así.

—No...

—si. Me presento Lorenzo Rossi.

—mmm, falto yo, me presento Emma Dubois, princesa de la mafia francesa y próxima reina de la mafia italiana, y para ti, tu peor pesadilla.

—eso ya lo veremos.

—lo mismo digo.

Mattia

Ahora que lo recuerdo aparte de ponerle un rastreador en el teléfono, le puse uno en el pie cuando la compré, (era por si escapaba ).

—Ale ¿recuerdas que te mencioné que me consiguieran un rastreador para colocarlo a alguien

El se lo piensa para después asentir.

—si. ¿Por qué?

— cabron, rastrea a ese rastreador.

Él no espera más y busca en su teléfono, escribe y me muestra la pantalla.

—no están muy lejos de aquí, pero están bajo tierra.

—inutiles esos, creyeron que se ganarían estando en mi territorio y con mi mujer.

Me acerco a mi cuñado.

—la encontramos.

Alessandro

Todo paso muy rápido.

La rastreamos.

Entramos al lugar.

Fuego.

Gritos.

Disparos.

Todo esto me transporta al pasado, a la muerte de mi madre, pero ahí no murió ella sola, yo también lo hize, que este respirando no significa que esté vivo, siempre trato de animar a los demás y siempre reír, es lo único que me funciona para seguir en este mundo. pero no es momento para estar pensando en eso, ahora lo que importa que Emma esté bien.

Corro por los pasillos y en una habitación escucho gemidos de dolor.
Entro rápidamente a la habitación y está Emma tirada en el suelo, tratando de parar la sangre que sale de su abdomen.

Le dispararon.

Corro hacia ella, la cojo entre mis brazos y salgo de ahí.

Veo a Mattia a lo lejos y gritó.

—¡Mattia! La encontré, se está desangrando...— en eso siento que mi pierna falla.

Me acaban de disparar, caigo de rodillas, pongo una mano en la cabeza de Emma para evitar que se golpee.

Veo que Mattia me la arrebata de las manos y sale corriendo dejandome solo.

Trato de levantarme con la pierna que no recibió disparos pero tropiezo y mi cabeza cae en un barrote de hierro, siento como mi vista se pone borrosa y en eso oigo una voz muy reconocida... Mattia sabía que el no me iba a dejar solo, pero no aguanto más y mis ojos se cierran dejando todo en oscuridad.

Mattia

Por fin dimos con la ubicación de mi mujer.

Salgo corriendo en busca de Emma, pero me encuentro con mi tío.

—valla mire...
No lo dejo terminar y le doy un disparo entre la cejas.

No tengo tiempo que perder, y en una porquería no voy a perder el tiempo.

Escucho como a lo lejos gritan mi nombre y miro que es Alessandro con mi mujer en brazos, se ve tan lejos...

Corro...

Corro como nunca lo he echo.
En eso se escucha un disparo Alessandro cae de rodillas con mi mujer en manos me apresuró y se la arrebato de las manos, salgo corriendo dejandolo a el atrás.

Visualizo a el hermano de mi hermosa y corro hacia el.

—tomala con cuidado, llévala al hospital más cercano yo ya voy.

El asiente y se va corriendo yo me devuelvo dónde Alessandro y veo que cae dándose con un palo echo de hierro.

—¡Alessandro no cierres los ojos!—digo pero ya es tarde ya los ha cerrado.

Lo cargo, pesa mucho pero eso no me impide correr, mi amigo creció conmigo y muere conmigo.

El Legado Oculto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora