16 Su carta

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Mi amada conejita.

   Si doce te entrego esta carta, quizás es porque no lo logré, pero quiero que sepas que te amo Nirvana, que ese día fuiste tú quien me salvó a mí, aunque las circunstancias para conocernos no fueron las mejores.

    Tal vez vuelvas a odiarme y no entiendas porqué tomé la decisión que tomé, y es que con mi muerte nadie jamás iba a ir tras de ti, porque si estás leyendo esto, es lo que pasó.

   Arreglé algunas cosas aunque ahora seguramente es lo que menos te importa en realidad. Savannah tiene completamente cubierta cualquier carrera que elija estudiar, las galerías de arte de mi familia han quedado a tu nombre así no tienes que volver a preocuparte por el dinero, Tessa que estoy segura que sabes a que pintora me refiero, porque es una de tus favoritas, me dijo que te ayudaría en el manejo de las mismas, estoy segura de que serán grandes amigas y Griselda también va a ayudarte.

   Quiero que sepas que jamás maté a nadie, todo eso fue una fachada para alimentar una imágen fuerte, el estúpido de doce se cortó el dedo en un accidente casero con una amoladora, le obligamos a decir con Devon que lo hice yo. Devon me conoce desde adolescente, fue mi guarda espaldas y con el tiempo llegué a quererlo como un padre, mucho más desde que mis padres fallecieron, él fue de gran ayuda y un apoyo en cada paso que he dado.

   Hace unos días me llegó información sobre los responsables de la muerte de Amanda y atando cabos, me dí cuenta que era un ajuste de cuentas para su madre, que pagó mi prometida. Tengo miedo que ella venga por ti, conejita, pero si eso pasa espero que algún día entiendas que solo quería garantizar tu seguridad y supervivencia, eres lo más importante para mí, Nirvana y desde hacía tanto que no me sentía así con alguien, que no tenía alguien a quién cuidar y que me cuidara realmente, sin tener que hacerlo por un sueldo, aparte de Devon claro, pero tú sabes de qué hablo. Sabes que me refiero a la manera en la que tú me cuidabas, que me festejaste mi no cumpleaños, y aún me debes esa canción y supongo que yo te debía mi nombre, aunque hoy en esta carta, te lo diré.

   Si no estoy a tu lado porque algo me pasó y estás leyendo esto, quiero que continúes con tu vida, que seas feliz y que finalmente hagas lo que quieras hacer. Tengo que decirte que en realidad esa era mi idea principal, conseguir tenerte segura, y una vez que no corrieras peligro dejarte ir, sabiendo que estarías bien. Claro que no esperaba enamorarme aún toda más de ti en este tiempo que pasamos juntas. Me hubiera hecho tan feliz que decidieras quedarte conmigo, pero estaba lista y aceptaría sinó hubieras querido hacerlo. También me contradecía querer tenerte a salvo de Sally y alejarte para garantizar tu seguridad y la de tu hermana, pero si me hubieras elegido, habría encontrado la forma y la manera para mantenerlas segura y a ti aún a mi lado.

   Te veo ahora metida en el mar sonriéndome desde la orilla y te juro, que si pudiera elegir quedarme vivir en un tiempo sería aquí y ahora, dónde ambas somos felices y tú me aceptas y me correspondes. Por cierto hacer el amor contigo hace unos días, y desde ahí casi cada noche, era algo que me daba motivos para sonreír y me llegue a creer por un segundo que quizás, tal vez, si pudiera tener un final feliz.

   Se lo que quieras ser, ama alguien más, enamórate de nuevo, forma una familia, o viaja. Pero vive conejita, vive y se feliz. Estarás triste un tiempo por mi ausencia, pero mereces todo lo bueno que este mundo tiene para ofrecerte, por eso arreglé las cosas y acomodé las oportunidades que la vida les había quitado a ambas desde muy temprana edad. Quiero que tengas la oportunidad y comodidad de hacer lo que quieras como quieras. Aprovechala sácale el mayor partido y deja huella, como la que dejaste en mí, el mundo necesita de personas llenas de luz, como tú. Yo seguiré cuidándote otra vez, desde otro lugar.

   Te amo Nirvana, te amo mi dulce conejita. Te amo tanto que olvido todo lo que me rodea y solo estás tú, tú y yo, nosotras.

   Vive y se feliz, por favor vive, aún tienes eso, y a Savannah, si al menos no quieres seguir por ti sigue haciéndolo por ella, hasta que encuentres la fuerza de hacerlo por ti misma.

   Con amor Lis.

   Liesel Eloise Marchant Williams, ese es mi nombre y ahora te pertenece.

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