—¡¿Qué crees que estás haciendo?!
La voz de Freddy sonaba sin aire, desgarrada por las dominantes manos que aprisionaban su cuello.
Aquella coreografía había sido cubierta por el manto rojo de las luces alarmantes y ensordecida por los altavoces.
Montgomery podía sentir como su presa pataleaba debajo de él, sin que pudiera romper el candado que formaba con sus piernas. Sus venas marcadas delataban lo mucho que contenía su fuerza para no lastimarlo de gravedad. Sólo era un mensaje.
—¡Lo mismo que tú —respondió estoico—, reclamando lo que es mío!
Freddy gruñó y dejó de luchar por un segundo. Su enrojecido y amoratado rostro se contrajo confundido.
«¿Lo que es mío?»
Repentinamente, se hizo consciente de la posición comprometida en la que se encontraba, con los ojos carmesí ardiendo sobre los suyos. Un escalofrío recorrió su espalda. ¿Acaso se refería a él?
La intensidad de la mirada de Montgomery avivó sus sentidos, provocando un tsunami de pensamientos intrusivos. El diálogo interno de Freddy no tardó en cuestionar su moral.
«Esto está mal».
Intentó volver a oponer fuerza, pero fue inútil. Su rival era indiscutiblemente más fuerte que él. Estaba atrapado... ¿Pero por qué se sentía tan bien?
La imagen de Montgomery lo desarmaba. Era hipnótico: La luz resaltaba la tonalidad bronceada de su piel, el sudor perlaba su frente, su musculatura se destacaba a través de la ropa humedecida... Freddy se estremecía sin poder evitarlo.
«Es demasiado pronto, no puedo...»
Podía sentir el pulso acelerado de su propio corazón, el agarre posesivo de su cuello, el calor que emanaban sus cuerpos entrelazados... Le despertaban sensaciones que no se había atrevido a explorar.
«No estoy...»
Era abrumador. El sonido de sus respiraciones agitadas, el aliento entrecortado de su oponente, la proximidad... Lo llevaron a preguntarse si sería posible que, bajo otras circunstancias...
«¿Podría ser...?»
—¿Tuyo?
Freddy verbalizó sus pensamientos con voz temblorosa, teñido de rubor y un sorprendente anhelo reprimido. Montgomery ignoró su pregunta y continuó hablando, sin reparar en lo que había dicho.
—¡Puedes quedarte con tu estúpida banda, pero no vas a decirme cuál es mi lugar!
Así que a eso se refería.
El sometido rey se avergonzó por lo lejos que su imaginación voló con unas simples palabras. ¿De dónde vino todo eso? ¿Cuánto llevaban suprimidas esas emociones y por qué se desataron en medio de una pelea? Estaba desbordado, pero lo resolvería después. Recuperó la compostura para poder hablar.
—¡Yo no-!
Antes de que Freddy pudiera terminar, una mano en el hombro de Montgomery los regresó a la realidad. Una figura alta y delgada logró arrastrar su pesado cuerpo hacia atrás. Cabello oscuro cayéndole sobre el rostro, dificultando la identificación.
—¡Quítame las putas manos de encima!
Gritaba Montgomery cuando fue sorprendido por una segunda figura que apareció para ayudar a contenerlo. Esta vez se trataba de una conocida.
—¡Monty, ya basta! —Roxanne lo rodeó con fuerza para evitar que volviera a abalanzarse sobre su líder, quien yacía en el suelo recuperando el aliento con una mano sobre su cuello.
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Bajo Su Sombra | Monty x Freddy
Fiksi PenggemarMonty tenía un problema: Los ojos azules no salían de su mente. ¿Qué le provocaba Fazbear? Cuando existe un abismo entre la curiosidad, la simple atracción, y... lo que estaba surgiendo en él. ▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄ Montgomery Gator, un joven músico s...