3. Aperitivo

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«¿Quién eres?»

Era la pregunta que se repetía semanalmente en la cabeza de Montgomery.

Mismo día de la semana, misma hora.

La presencia del hombre morado se había vuelto una constante durante sus presentaciones nocturnas en JR's, observándolo sin falta desde la mesa de la esquina.

Esta era la noche 4.

El músico se había entregado con pasión a su arte y se encontraba recibiendo su humilde ovación, nuevamente recorriendo a la audiencia con la mirada.

Entonces notó algo diferente: Su cazador se había levantado de su asiento.

Montgomery miró con extrañeza aquel cambio en su conducta, sin saber cómo interpretarlo. Se había levantado, pero... ¿por qué no aplaudía? Era incómodo.

Hasta que un movimiento lo hizo abandonar su juicio.

Para su sorpresa, el misterioso hombre morado dio media vuelta y se aproximó al dueño del bar. Las sombras lo envolvían, lo que dificultaba leer sus gestos e intenciones.

¿Debería preocuparse?

Montgomery los vio charlar en incertidumbre. Sus cabezas se movían asintiendo, gesticulando con las manos en dirección a él. Lo habían señalado un par de veces.

Después de unos segundos, las siluetas se aproximaron a la luz del escenario, deteniéndose a un costado como si estuvieran esperándolo.

«Muy bien». Decidió Montgomery, listo para dar la cara.

Cuando terminó de recoger sus cosas y bajó de la tarima, fue abordado casi de inmediato.

—¿Tienes un segundo? —le preguntó el dueño, invitándolo a acercarse— Creo que puede interesarte conocer a alguien.

Las luces y la cercanía revelaron el enigmático rostro de aquel desconocido. Era joven, pálido y castaño. Sus abundantes y largas cejas intensificaban su mirada cansada, construyendo un llamativo aire melancólico. Estaría a finales de sus veintes.

—Su nombre es Michael —continuó presentándolo—. Los dejo para que puedan hacer negocios con calma.

—¿Negocios? —preguntó Montgomery mientras se quedaba a solas con el que había sido todo un misterio para él.

Michael sonrió y le extendió una tarjeta de presentación. Esta tenía grabada un nombre en su parte frontal: Mike Schmidt.

Al mirarlo bien, Montgomery descubrió que el recién presentado era más bajo de lo que aparentaba.

—Te he estado observando desde hace tiempo —dijo Michael con voz serena—. Puedes llamarme Mike.

Montgomery estrechó con desconfianza la mano que le había ofrecido Michael. Este le mantenía la mirada con un semblante indescifrable.

—Represento a una banda en busca de un reemplazo temporal —continuó—, y creo que tienes el talento y la pasión que estamos buscando.

Montgomery asimiló sus palabras en silencio. Acostumbrado a mirar hacia abajo por ser más alto que el resto, preguntó con curiosidad entrecerrando los ojos.

—¿Una banda?

Michael asintió con una de sus sonrisas extrañas.

—¿De quién estamos hablando? —insistió Montgomery, cruzándose de brazos.

—No puedo decirte más a menos que aceptes hacer una audición. Tu estilo encajaría a la perfección con nosotros.

Montgomery reflexionó por un momento.

Bajo Su Sombra | Monty x FreddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora