«¿Y si no merezco tu perdón?»
Ambas mentes se conectaron con el mismo miedo desde los extremos opuestos del pasillo.
Montgomery y Freddy sostenían la mirada ensimismados, casi conteniendo la respiración para no despertar al otro. Sus latidos estaban sincronizados en un bombeo desenfrenado, que preparaba a sus extremidades para actuar dependiendo de la lectura de su contrario. Sin embargo, ninguno de los dos lograba descifrarse.
Sus acompañantes calculaban el siguiente movimiento, petrificados por la electricidad en el ambiente, hasta que Chica decidió sacar a Freddy de la hipnosis.
—Vamos —apoyó la mano en su espalda—, primero lo primero, ¿de acuerdo?
Freddy espabiló y sacudió ligeramente la cabeza, bajando la mirada hacia ella. Le tomó un momento, pero finalmente asintió pensativo y avanzó hacia la entrada.
Después de liberarse del contacto visual, Montgomery reaccionó a su entorno. Sus ojos se posaron en la cruz roja del modesto local blanco.
Gruñó ofendido. Era obvio que no se quedaría callado.
Primero que nada, se aseguró de agradecerle a Sun con un movimiento de cabeza. Este le devolvió una sonrisa nerviosa y retrocedió al lado de su hermano para darle espacio.
Montgomery entonces caminó con paso firme hacia Roxanne.
—¿Qué estamos haciendo aquí? —preguntó irritado.
Roxanne suspiró pesado y se frotó el entrecejo. Luego volteó con desdén.
—Si no lo has notado, estás sangrando —respondió, señalando la visible mancha al costado de su camiseta—. Necesitas que te atiendan esa herida.
Él se enderezó en disgusto.
—No necesito sanación, estoy bien.
—¡Monty, exactamente por eso no te dije a dónde íbamos!
El volumen hizo que Freddy se detuviera en el marco de la puerta y prestara atención a la dinámica.
Alternaba su mirada entre Roxanne y Montgomery, tratando de entender por qué este último se resistía tanto a recibir ayuda. No pudo sino conmoverse al imaginar lo que podría haber detrás de un hombre tan obstinado.
—¿Freddy? —lo presionó Chica con dulzura—. Entra, yo me encargo.
No estaba convencido de dejarla lidiar con Montgomery en ese estado, pero el brillo en los pequeños ojos celestes de su amiga le recordó que podía confiar en su habilidad de persuasión.
Pasados unos segundos de duda, Freddy relajó los hombros e ingresó a la enfermería. Chica se esperó hasta verlo desaparecer en el interior para involucrarse en lo que parecía una absurda pelea entre hermanos.
—¡Es una tontería! —reprochaba Montgomery—. ¡Son un par de rasguños, no es la primera vez que lidio con esto!
—¡Ahh, estás insoportable! —Roxanne señaló la puerta—. ¡Entra ahí!
—¡Ya te dije que estoy bien!
—Monty... —terció Chica al lado suyo.
Montgomery se sobresaltó por no verla llegar, apenas reparando en que no había intercambiado palabras con ella desde la noticia traumática. ¿Cómo ocurrió tanto en tan poco tiempo?
El silencio tras su intervención fue acompañado por cuatro pares de miradas desconcertadas. Chica tomó esto como un incentivo para empezar.
—Estoy muy decepcionada de ustedes dos, ¡de veras que lo estoy! —dijo apuntándole a él y a la enfermería, refiriéndose a Freddy—. ¡No sé qué haya pasado para que llegaran a los golpes, pero tienen que arreglar las cosas civilizadamente! ¡No puedo volver a pasar por más audiciones con desconocidos, y mucho menos tolero que mis amigos estén peleando en un momento tan horrible como este! Me duele verlos tan lastimados... —la voz de Chica se rompió al decir lo último e hizo una breve pausa—. ¡Así que deja de hacerte el orgulloso y entra de una vez por todas para que puedan resolver lo que sea que haya entre ustedes!
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Bajo Su Sombra | Monty x Freddy
Fiksi PenggemarMonty tenía un problema: Los ojos azules no salían de su mente. ¿Qué le provocaba Freddy? Cuando existe un abismo entre la curiosidad, la simple atracción, y... lo que estaba surgiendo en él. ▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄ Montgomery Gator, un joven músico so...