Bajo Su Sombra | Monty x Freddy

4. Irremplazable

Se paralizó frente a la puerta con la mano en la perilla.

Finalmente había llegado el día en el que volvería a ver aquellos rostros conocidos, su primer encuentro como miembro oficial de la banda. Era su bienvenida.

Montgomery se presentó en el lugar designado, un estudio donde la banda se estaba preparando para retomar su gira.

Sin embargo, no había conseguido reunir el valor para atravesar la puerta.

Se aseguró de que no hubiera nadie cerca para tomarse su tiempo, no soportaba que hubiera público cuando el miedo lo paralizaba. Pero escuchó unos pasos aproximarse.

Presa del pánico, Montgomery giró la perilla y entró a la habitación.

Un golpe seco en el pecho lo tomó por sorpresa en el instante en que cruzó el umbral, seguido de unos brazos que lo rodearon con fuerza.

Por un fugaz momento, la confusión lo invadió. Le costó procesarlo, pero pronto se dio cuenta de que no era un ataque, sino un abrazo.

Se quedó asimilando la situación con los brazos abiertos, hasta que lentamente cedió colocándolos en la espalda de lo que descubrió era una mujer.

—¡Monty!

La voz chillona le aclaró sus dudas. Por supuesto que la que lo abrazaba era Chica.

—¿Cómo has estado? —la joven se separó y tomó su rostro con ambas manos— ¡No te hemos visto en años!

Montgomery no era muy fan del contacto físico, pero lo toleraba.

Antes de que pudiera responderle, otra persona se aproximó para unirse al encuentro.

—Por favor, sólo han sido dos meses... —una mujer tomó a Chica por los hombros y la alejó con delicadeza—. Tampoco exageremos.

Su femenina y seductora mirada se posó en Montgomery, saludándolo con un gesto de cabeza.

—Roxanne —Montgomery respondió al saludo con el mismo gesto.

Roxanne dio un paso y lo tomó por la barbilla, inspeccionando ambos lados de su cara.

—Ugh, si te vas a quedar debemos hacer algo con este look —se quejó Roxanne mientras despeinaba su rebelde cabello ondulado—. Pero no te preocupes, cariño, ya estás en mis manos.

Una sonrisa malévola se formó en sus maquillados labios, que brillaban humectados en un color violeta.

Montgomery tragó saliva ante su amenaza.

No había tenido la oportunidad de conocerla a profundidad, pero era bien sabido lo dura que era al criticar la imagen personal de cualquiera, incluso la propia.

Roxanne se soltó a reír al ver la expresión en el rostro de Montgomery.

—¡Tranquilo! Pasa de una vez, pareces un gato asustado ahí parado.

Montgomery se molestó por la comparación y frunció el ceño. Caminó junto a ellas adentrándose en la habitación.

Escaneó cada esquina del lugar en busca del artista que puso las manos al fuego por él, pero descubrió que no se encontraba en ninguna parte. Se animó a preguntar.

—¿En dónde...?

Fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose tras de él.

Michael apareció acompañado de Freddy. Ambos terminaban una conversación que parecía bastante seria, pero al verlo, Freddy suavizó su gesto.

La garganta de Montgomery cayó al suelo cuando encontró sus ojos azules.

—¡Llegaste! —Michael se aproximó para saludarlo, dejando al vocalista atrás— Perfecto, ya podemos empezar.