Capítulo veinticuatro

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Después de llegar a la estación de autobuses se sentó y comenzó a esperar Kai. Decir que esto no le causaba ninguna emoción, era mentira, estaba muy feliz y emocionado, independientemente de la razón por la que le pidió una cita.

Los últimos días se puso a meditar sobre sus sentimientos. Su lobo se emocionaba cada que veía u oía de Huening, eso lo confundía mucho, pero después de tanto pensar al fin había tomado una decisión.

—¿En qué tanto piensas?

Choi lo volteó a ver sonriendo inmediatamente, se paró de la banca donde estaba sentado y abrazó a su mayor, el cual le correspondió de inmediato.

—Te extrañe mucho, hyung —dijo separándose.

—Yo también, pero lo importante es que regresaste y que no te iras en un buen tiempo, ¿verdad? —lo miró entre cerrando los ojos.

—Si me iré, pero contigo a nuestra cita.

—¿A dónde vamos? —preguntó curioso.

—A la casa de alguien —Huening ladeo la cabeza tratando de procesar lo que había dicho el chico—. Vamos, esta a unas cuantas calles de aquí —tomó la muñeca del más alto y comenzó a caminar mientras lo jalaba.

—¿A casa de quien vamos?

—A mi casa. Supuse que como eres famoso, lo mejor sería estar en un lugar a solas donde nadie se te abalanzara. Prepare muchas cosas, tengo películas, series, botanas, bebidas y casa sola.

—¿Tus compañeros no están?

—No, les dije que se fueran por ahí y que regresaran hasta la noche.

—En ese caso me hubieras dado la dirección de tu casa y yo hubiera ido solo, no habrías tenido que irme a buscar a la parada de autobuses.

—Tenía pensado hacer eso, pero... —mordió ligeramente su labio inferior— Leí en internet que se ve bien que un alfa recoja a su cita. Entonces, sólo supuse que estaría bien si yo lo hacía —comentó viendo el piso mientras seguían caminando.

Kai solamente sonrío, que Soobin pusiera tanto empeño en su cita lo hacía muy feliz. Aunque había la posibilidad de que sólo lo hiciera porque pensaba que era una salida de amigos. Tal vez debería aclararle la razón de la cita, en caso de ser rechazado, bueno; un rechazo no siempre es malo.

Cuando llegaron a la casa de Soobin, de inmediato prendieron la televisión y pusieron una película. El filme se reproducía y de vez en cuando hablaban sobre él o contaban si les había pasado algo similar. Así pasaron dos películas.

Choi estaba buscando una tercera película para ver, mientras Kai seguía pensando en aclarar la situación. Suspiro sintiendo un poco de miedo, aprovechó estar acostado sobre las piernas de Soobin para abrazarlo por la cintura y hundir su cara en el abdomen del menor. Ante tal acción Choi sonrió, su hyung parecía un niño pequeño, así que comenzó a jugar con su cabello.

—Soobin.

—Dime, hyung —dijo mientras seguía acariciando su cabello.

—Tengo que decirte algo, pero tengo miedo.

—¿Eh? ¿Por qué? —cuestionó confundido.

—Temo que ya no me quieras y te alejes de mí.

—Hyung, puedes decirme lo que quieras. Yo te quiero mucho y las únicas razones por las que me alejaría de ti serían: porque tu me lo pediste o porque de alguna manera te hago daño —enumeró—. Dime lo que me quieras decir.

Kai lo pensó un momento, estaba indeciso, no sabía si seguir con el plan que había hecho con Hyunbin y Lee Know, o decirle a Choi de una vez sus sentimientos y dejarse de rodeos.

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