La capital del Imperio, como suelen llamar al lugar donde el palacio imperial reside. También es el lugar donde la gran mayoría de nobles viven, la capital es donde nacen las nuevas modas que se expanden por todo el imperio. Todas las cosas que pasen alrededor del imperio, en cada uno de los territorios de los aristócratas terminan en la capital. La epitome del drama y los chismes. Ahí se reúnen la clase alta de la aristocracia que se creen la élite de los nobles, pero no saben que la capital es el lugar de intercambio de venenos nombradas palabras. ¡El lugar que más odia Lucifer es la animada ciudad capital, dónde todos conocen el color de tu ropa interior si te descuidas por un segundo! También es el lugar donde vive su ex mujer junto a su cachorra, la misma que se dirige al territorio de los Morningstar para presentar a su padre a alguien especial (por segunda vez).
"¿Dónde estás, Luci?"
Alastor había estado buscando a Lucifer durante un par de horas alrededor de la mansión, debía entregarle una carta que Zestial había traído con el recado de que era de la hija del Omega. Charlotte había enviado una carta a su padre luego de un mes sin haberle escrito, y justo ahora siente un poco de curiosidad por saber su contenido. Su sombra al fin había encontrado a Lucifer y ... Tuvo que detenerse a medio camino, observando a través de los ojos de su propio instinto a Lucifer darse un baño, completamente desnudo como el creador lo trajo al mundo. Su cuerpo se estremeció al ver cómo el Omega deslizaba sus manos por sus pezones. No se dió cuenta del momento en que había dejado de respirar, solo se había quedado observando la nada mientras podía sentir una leve reacción en su cuerpo.
Sacudió la cabeza, sacando a su sombra de la habitación de baño del Omega. Sintiéndose irrespetuoso por haber visto de más sin el consentimiento de Morningstar, su cuerpo se siente caliente de repente. Quizás deba darse una ducha él también, debe enfriar su sangre para cuando vea al rubio.
— Por satán... Tiene un cuerpo de infarto.
Murmuraba mientras caminaba tontamente por el pasillo. Olvidando que la carta que quería entregarle al jefe de casa yacía en su mano, la cual estaba levemente arrugada por la fuerza en que la apretó cuando visualizo a Lucifer en la tina.
— Pero... Lucifer, ¿Cómo puedes verte tan asombroso a los cuarenta? — se tocó los labios, pensando en un nuevo sabor que desea saborear — No he tocado tus labios... ¿Verdad?
Mientras que Alastor estaba pensando en algo nuevo...
Lucifer tarareaba una melodía que le cantaba a su hija cuando solo era una cachorra de cinco años. Sonrió, esos eran buenos tiempos, cuando ella no estaba interesada en su madre y él lo era todo para ella. Lucifer suspiró, de nuevo sus pensamientos se habían vuelto a desviar de su línea de pensamientos. Y por un par de minutos se deprimió ante los recuerdos que ya no serán, una pequeña punzada se instaló en su pecho. Su hija ya no correrá a sus brazos con aquella sonrisa encantadora, ahora ella solo ve a su madre y a su nueva pareja. Miró al techo melancólico, tiempos donde su hija vuelva a correr hacia él quizás no vuelvan o lleguen a existir. Por qué cuando los cachorros crecen, sus padres dejan de ser una prioridad en sus vidas. Una pequeña y fría lágrima se deslizó por su mejilla, cayendo en el agua que se desliza por su cuerpo.
Mi bebé ya no necesita a papá.
Sonrió con amargura, terminando de lavarse.
— ¿Volverás a casa, cariño mío? — susurró mientras se cubría con una bata oscura de seda.
Se encaminó a su habitación, sintiéndose fresco gracias al baño. Miró a la puerta que daba a la habitación de Alastor, el cual no se ve por ninguna parte. Lucifer sonrió de repente, la tristeza que sentía hace poco se desvaneció, como la neblina del alba que se disipa con los primeros rayos del sol.
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El novio de mi hija. [RadioApple]
FanfictionCharlotte lleva a casa a su novio Alastor para presentarlo a su padre, a quien no le cae bien al principio. Pero por algunas situaciones del primer encuentro empieza a simpatizar con él. Y por alguna razón empiezan a vivir juntos. Charlotte está lej...