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Un cuerpo se arrastraba por el suelo sucio de un callejón, se encuentra en la región de Vox. El lugar perfecto para buscar una gran cantidad de víctimas para sacar la amargura de su corazón en ese preciso momento, en su mano se puede ver lo que es un báculo con algo extraño en medio, similar a un ojo. El espectro tenía vestimentas rojas, raras totalmente, el cabello se notaba rojo con las puntas negras. Unas extrañas orejas que están agachadas mientras que unos pequeños e invisibles cuernos se muestran. Sus pasos resonaban en el vacío callejón, callejón en el que no se puede ver una sola alma de personas vivas. Alastor sujetó el cuello del hombre y lo empujó nuevamente contra la pared, escuchando cómo se quejaba como un pobre animal siendo maltratado, solo e inútil. Típico de la humanidad, hace poco lo había visto con un par de omegas de la mansión de Vox, había entrado al callejón para hacer sus necesidades... Pero como la muerte tiene a sus favoritos, este pobre diablo fue elegido para ser su sacrificio.

"No soy nadie, solo un estúpido plebeyo que se enamoró de un noble."

Con sus pies pateó la cabeza del hombre, el mismo que se quejaba lastimeramente, y por cada quejido el siguiente iba con más fuerza, listo para terminar aplastando el cráneo del pobre imbécil. Sus dientes rechinaban en cólera, sus ojos no veían nada más que la cabeza del hombre como una forma de liberar su estrés, su ira, su aprehensión por lo que aquel omega le había dicho con tanta determinación, hiriendo en el proceso su estúpido orgullo. Cuando se dió cuenta, el hombre había muerto por su cráneo aplastado. Sus botas estaban llenas de sangre, su pantalón estaba manchado y ni qué decir de sus manos. Todo en él es un desastre, pero es una faceta de él mismo que hace tiempo no vé. Lleva un mes y medio viviendo con Lucifer, creyendo que todo sería perfecto y de color de rosa. ¡De solo recordar sus crueles palabras lo llena de ira contra sí mismo! Se agachó a un lado del cuerpo, comenzando a hurgar su cerebro mientras mete un poco en su boca... Hace tiempo no comía a un tipo como este, que se dejaba guiar por los impulsos salvajes del instinto alfa.

Se rió amargamente cuando cayó en cuenta que él también se dejó llevar por dichos instintos. Incluso disfruto anudar en su interior, comenzó a comer más y más mientras trataba de no pensar en esas noches dónde se volvían uno. Noches en las que parecían ser eternas para ambos, volvió a reírse de la misma forma. ¿Por qué se convirtió en un ser patético? Él no debía enamorarse, jamás, es un sentimiento que vuelve estúpido al ser humano. Escupió en el suelo cuando uno de los globos oculares finamente quedaron vacíos, solo eran un par de bolsas con un peculiar y exquisito sabor.

"El estúpido soy yo por estar aquí, comiendo para saciar la ira y desosiego de mi corazón."

Se puso de pie, mirando por última vez el cadáver, comenzó a desaparecer en las sombras mientras que sus ojos rojos eran lo único que se veía en esa densa oscuridad de la gran y eterna noche.

📻 • • • 📻

Cuando llegó a la mansión de Lucifer todas las luces ya no iluminaban el interior de esta, sus pies se movían despacio para no hacer ruido. Lo que menos quiere es ver a alguien que solo arruine más su mal humor, el saco de color vino iba en su brazo, liberando a sus hombros un poco del estrés de llevarlo puesto hasta su habitación. Su estómago lleno no le causa problemas, está listo para ir a su cama y dormir hasta la mañana siguiente. No desea tener molestias, sus pies no hicieron ruido como al inicio. Parecía un fantasma que no existía en ese lugar, una entidad dolida quizás.

No había aroma de nadie en los pasillos, a excepción del suyo. Indicativo de que todos se durmieron hace mucho y que él es el único despierto, entrando en medio de la noche para no tener que encontrarse con un hermoso Omega que dejó en claro que no tiene derecho a nada, Lucifer tiene razón con eso. Tanta razón que le duele de cierta forma, sus ojos avistaron la puerta de su habitación, la que Lucifer le había dado, la que estaba más cerca de la del Omega. Eso quizás haga dificil el conciliar el sueño, tenerlo tan cerca y tener que alejarse.

El novio de mi hija. [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora