El novio de mi hija. [RadioApple]

Extra I

Extra I (primera parte): Pentius y el vizcondado de Milli.

Sir Pentius, es amigo de Blitz, era amigo de Moxxi y ahora es el regente temporal del vizcondado de Milli, la alfa viuda de su fallecido amigo el racional y pacifista. El que siempre decía que dialogando se resolvían los problemas, tomó las riendas del territorio cuando Milli salió cabalgando en su caballo a la caballería de Blitz. Rogando que le dejarán ver a su omega. Grande fue su sorpresa cuando lo permitieron y aún más grande fue su dolor cuando su alfa reconoció a su omega. Fue una verdad dolorosa para ella, tanto que incluso tomó su lugar en el escuadrón de Blitz y él no se negó, pues comprende el dolor de una pérdida de esa magnitud. Ella se marchó una semana después, dejando el territorio en sus manos, confiando en que le devolverá sus tierras en un buen estado.

Han pasado tres meses desde que ella se marchó y él tiene que dar inicio a la temporada de otoño, dónde el festival de otoño se llevaba a cabo para conmemorar el final del verano y daban la bienvenida a la época favorita de esa región. Esa época era la favorita de Moxxi, él se encargaba de planear y llevar a cabo las competencias para hacerlas mucho más divertidas para los alfas, betas y omegas. Es una época del año que siempre trae felicidad a todos, solo que esté otoño será un poco diferente al anterior, pues el amante de esta celebración no estará presente. En pocas palabras, todos en el territorio están de luto.

Sir Pentius veía por la ventana, al árbol de abedul que está muy cerca de la oficina. Admirando como las hojas naranjas caían y se amontonaban en el suelo, la leve brisa fría que le causaba un pequeño escalofrío. Trayendo consigo la verdad más triste de todas, moxxi no regresará. La pérdida de su amigo es dolorosa, y aún sigue doliendo después de tres meses. Sigue fresca como una herida recién hecha.

— Padrino.

Uno de sus ahijados, al que llama huevecillo uno, ya que se le olvidó su nombre pero no su rostro.

— Habla. — pidió, cerrando la ventana para volver a la silla dónde antes estaba. Antes de que la melancolía volviera a hacer de las suyas.

Huevecillo uno miró con lástima a su padrino.

— Lady Chery está aquí.

Pentius asintió, haciendo un amago para que ella pudiera entrar a la oficina. El beta asintió y poco después salió de la oficina frívola, melancólica y depresiva. Pentius llegó a tener tolerancia a ese ambiente que no es propio de él, se había acostumbrado a ese estado de ánimo, porque así se sentía él en primer lugar.

La puerta volvió a abrirse poco después, y pasos se oyeron.

— Creí que debería esperar un poco más, ya sabés. Un vizconde sustituto también pasa ocupado. — ella se sentó frente al escritorio, viendo con una sonrisa burlona al alfa de cabello negro.

Sir Pentius no se molestó en alzar la mirada, aún miraba los papeles importantes sobre la mesa. Firmando lo más rápido que podía, queriendo terminar lo más pronto que fuera, ya que llegaría una carta de la capital avisando sobre el avance del caso. Aunque lo que más esperaba, es que Milli hubiera hecho justicia por Moxxi.

Suspiró, deteniéndose un momento.

— Estás aquí ahora. ¿Tienes algo importante que decirme?

— ...

Su tono de voz fue tan frío y despectivo que causó un gran escalofrío en la alfa rubia. La misma que frunció el ceño al no tener la atención del contrario, una espinita molesta que le daña el costado, pinchando cada vez más profundo.

Sonrió, para que su voz no saliera tan molesta.

— Sí, ¿Cuándo vas a ir conmigo a beber?

— Cuando tenga tiempo, Chery. — dijo él, con un extraño rostro estoico.