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¿Dogday? –La voz suave de Crafty salió casi como un susurro, pero aún así resonó en la callada habitación– ¿Puedo pasar?

La unicornio estaba parada justo en la entrada, traía en una de sus manos una cubeta aparentemente llena de agua y un trapo, también llevaba una especie de bolso que le rodeaba el torso desde el hombro hasta la cadera.

Por supuesto. –Asintió regalándole una pequeña sonrisa. Había estado observando pensativamente uno de los barrotes de hierro que Bubba le había prestado para el plan de más tarde; en total, el elefante había hecho unos veinte, así que le dio a Dogday la mitad de estos. Pero al notar la presencia de la chica prefirió dejarlo de lado para prestarle total atención– ¿Qué traes ahí?

¿Puedo limpiarte la herida? –Ignoró la pregunta de Dogday haciéndole otra. Cuando recibió una respuesta afirmativa de parte de él entró a la habitación, se agachó para sentarse en el colchón en donde se encontraba sentado Dogday, dejando la cubeta con agua en el piso a un lado de ellos y empezó a quitarle los vendajes que, ya a estas alturas, estaban sucios.

Cuando terminó de desenvolverlos en su totalidad, tomó el trapo que estaba en el borde de la cubeta y la mojo, para acto seguido restregarla en el torso de Dogday, justo donde estaban las coseduras. Esto estremeció un poco a Dogday, al no esperarse sentir el frío contacto de la tela.

Al final... ¿si vas a ir?

Eh. –Su sonrisa se desvaneció lentamente hasta parecer una pequeña mueca. Debía haber supuesto que estaba aquí para tratar de hacerle cambiar de opinión– Ya lo discutí con ustedes ayer. Por supuesto que voy a ir.

Aún no se ha curado la herida del todo. –Advirtió la de collar multicolor, echando el trapo, que ahora estaba sucio también, a la cubeta y sacó del bolso que traía unas vendas nuevas– Así que...

Dogday se apresuró a contradecirla, pensando que iba a darle una justificación del porqué no debía ir.

Ese no es un impedimento para que yo vay... –Esta vez fue el turno del perro de ser callado.

Así que. –Volvió a repetir alzando ligeramente la voz para sobreponerse ante la de él y poder seguir hablando, mientras volvía a vendar la herida del de collar de sol– Le pedí a Hoppy hace un rato que me acompañara a Home Sweet Home para que me ayudara a buscar algo que proteja tus costuras y evitar que se abran fácilmente.

¿Fueron a Home Sweet Home? –Preguntó alterado.

El punto es que terminé encontrando esto. –Volviendo a ignorar su pregunta, abrió nuevamente su bolso y sacó una especie de prenda negra– Debería quedarte, es un tipo de faja, creo, supongo que era de uno de los trabajadores.

Se acercó un poco a él para poder enseñárselo mejor.

Es elástica, pero a la vez firme para ejercer presión, así que con suerte va a ayudarte a mantener el tejido en su lugar y también te ayudará a reducir la inflamación, o eso es según lo que me dijo Bubba cuando se lo mostré. –Empezó a explicar.

Dogday se quedó un momento callado, analizando la situación.

Gracias, ... yo... realmente pensé que ibas...

¿...A intentar convencerte de que no vayas? –Dogday se encogió apenado cuando la unicornio acertó– Esa era la idea, pero recordé lo terco que puedes llegar a ser, así qué ¿para qué me voy a desgastar intentándolo?

☽ Desconexión ☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora