☽ Desconexión ☽

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Dogday se sentía algo ansioso, sin saber exactamente qué hacer. Se regañaba internamente por no haber ido junto con Kickin cuando tuvo la oportunidad.

— ¿Debería ir? –Cuestionó nervioso, mirando a Bubba con inquietud mientras se movía de un lado a otro.

— Espera un poco más. –Trató de calmarlo el del collar de bombilla, quien estaba apoyado en una pared– No ha pasado tanto tiempo. Dales chance de volver.

— Pero... –Se quedó callado cuando vio finalmente a los tres Critters faltantes. Kickin entró de primero, luego Catnap y finalmente Hoppy.

Aliviado, Dogday se acercó a ellos. Cuando volteó a ver al felino, notó que tenía las orejas completamente agachadas contra su cabeza, encogido en su lugar y mirando hacia el suelo con el ceño levemente fruncido. Parecía sumido en sus pensamientos.

— Ehh... –Miró a Kickin y a Hoppy buscando una respuesta, pero ambos solo se encogieron de hombros; Kickin con confusión y Hoppy con desinterés– ...Me alegro de que hayan vuelto bien.

Fue lo único que pudo decir ante la extraña situación; más tarde les preguntaría detenidamente qué había pasado.

— ¿Qué ocurrió? –Preguntó Bubba, acercándose también a ellos.

— Nada, según Hops. –Respondió Kickin cruzándose de brazos, a lo que ella asintió, corroborando lo que dijo.

El elefante se quedó callado mientras los analizaba con sospecha. Suspiró con amargura mientras se acomodaba los lentes con cansancio.

— Bueno... está bien, como sea. –Finalizó Bubba el tema, prefiriendo dejarlo de lado por el momento– Dogday me contó que no encontraron a nadie.

Dogday se desanimó al recordar ese detalle. Había buscado por toda la zona junto con Kickin, pero no había ni rastro de ellos, lo que lo frustraba profundamente.

— Pienso que ya podríamos irnos. –Concluyó Bubba, para luego dirigirse al perro– ¿Qué dices Dogday?

— Me gustaría seguir buscando, pero creo que es lo mejor. –Respondió apoyando la idea de irse a pesar de querer seguir investigando. Sabía lo cansados que debían estar todos, así que prefirió desistir de quedarse más tiempo– Es momento de irnos.

Viéndolo evidentemente decaído, el elefante intentó animarlo.

— No te preocupes, aún hay posibilidad de que las chicas hayan visto lo que les pasó por las cámaras. –Le asegura mientras acariciaba fuertemente la cabeza del canino– No te desanimes tan pronto.

— De acuerdo, está bien. –Dijo Dogday mientras se alejaba del elefante con una sonrisa, acomodando el pelaje de sus orejas– Ya vámonos.

— Sí, por favor. –Habló Kickin de forma suplicante, dirigiéndose a la puerta por la que habían llegado momentos antes, saliendo finalmente a las cavernas.

(...)

El camino de regreso a la Toy Store fue más lento que la ida, especialmente considerando que ahora había un integrante más en el grupo, el cual tenía las manos atadas, lo que lo limitaba mucho para subir ciertas zonas.

Por lo que en varias ocasiones, tanto Hoppy como Dogday se dispusieron a ayudar al gato a subir o incluso bajar algunas plataformas por las que tenían que cruzar.

Cuando finalmente llegaron a la puerta trasera de la Toy Store, Bubba se apresuró a llegar a la puerta, deteniéndose frente a esta y dirigiéndose al resto.