17

22 5 0
                                    

La noche del concierto benéfico había llegado, y el parque estaba iluminado por una suave luz dorada que se filtraba a través de las hojas de los árboles

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche del concierto benéfico había llegado, y el parque estaba iluminado por una suave luz dorada que se filtraba a través de las hojas de los árboles. Un escenario real se alzaba en el centro del parque, rodeado por una multitud de amigos, familiares y algunas personas interesadas en el evento que habían venido para apoyar la causa. Las risas y las conversaciones llenaban el aire mientras la expectación crecía.

David y Jude se miraron, sus corazones llenos de emoción y nerviosismo. Esta noche, finalmente compartirían la música y la pasión que habían estado ensayando durante semanas en honor a Charly.

Jude se sentó detrás de la batería, su rostro iluminado por una sonrisa confiada. Sabía que esta noche era especial, no solo por la música, sino por el propósito benéfico que llevaba consigo.

El escenario estaba bañado por las luces brillantes, y el público estaba en silencio mientras David se acercaba al micrófono y su guitarra en mano. La emoción en su rostro era palpable, pero Charly, a su lado, le transmitía una sensación de calma y confianza.

—Esta noche, queremos compartir una canción especial con todos ustedes —comenzó David, su voz temblando ligeramente por la emoción—. Es una canción que significa mucho para nosotros, y estamos seguros de que también les encantará.

Las primeras notas de guitarra resonaron en el aire, y la multitud quedó en silencio mientras David y Jude comenzaban a tocar la introducción de "Could Have Been Me". El sonido de la batería de Jude se unió, y la canción cobró vida con una energía palpable.

David miró a Charly, quien sonrió y asintió.

—¡Canta, David! —susurró Charly, animándolo.

David asintió y comenzó a cantar con una voz apasionada, mientras sus dedos se deslizaban por las cuerdas de su guitarra. La multitud comenzó a moverse al ritmo de la canción, y pronto se unieron en coro, siguiendo la pegajosa melodía y la actitud optimista de la canción.

Charly estaba feliz de lo mucho que se había esforzado para dar un buen concierto y por lograr uno de sus sueños. El David que había conocido meses atrás no se comparaba en nada al David que veía en ese instante. Ahora estaba lleno de vida, lleno de ganas por arriesgar y con menos miedo por fallar.

A medida que el coro se acercaba, David y Charly se miraron con complicidad y cantaron con aún más pasión. La canción transmitía un mensaje de valentía y vivir sin arrepentimientos, y esa noche, esa energía se sentía en cada nota y en cada palabra.

I wanna taste love and pain —cantaban juntos con una emoción que nadie podía quitarles—. Wanna feel pride and shame. I don't wanna take my time. Don't wanna waste one life. I wanna live better days. Never look back and say "Could have been me".

It could have been me —los acompañó Jude.

Jude, con una sonrisa en el rostro, golpeaba los tambores con fuerza y precisión, añadiendo una potente capa de ritmo a la canción.

El público comenzó a cantar con ellos y David sintió una fría lágrima bajar por su mejilla. Lo había intentado y había salido bien, mucho mejor de lo que esperaba.

Cuando la canción llegó a su apoteósico final, la multitud estalló en aplausos y vítores. David, Jude y Charly se abrazaron en el escenario, con lágrimas en los ojos y sonrisas en los labios.

La música había unido a todos en el parque, y el propósito benéfico del evento había tocado los corazones de la audiencia. La canción había sido una forma hermosa de honrar a Charly y de inspirar a todos a vivir la vida al máximo como él hubiese querido.

Leo y Sam los esperaban en la parte trasera del escenario para felicitarlos.

—¡Lo hicieron increíble, chicos!

—Todo fue gracias a David —admitió Jude.

—No, todo fue gracias a Charly. Fue su idea. Yo solo lo ayudé junto a Jude a que fuera real.

—Igual es un mérito para ti. ¿Acaso no habías dicho que tu sueño era formar una banda? —pregunta Jude—. Podríamos tener una los dos.

—Creo que es demasiado pronto para decidir. Igualmente lo voy a considerar.

David se dio media vuelta para ir con su amigo fantasma de regreso al departamento, pero no lo veía por ninguna parte. ¿Acaso había funcionado?

Lo buscó por todo el parque hasta que lo encontró a las faldas de uno de los árboles.

—Casi me asustaste. Por un momento creí que te habías ido para siempre.

—Lo siento. No me sentía muy bien.

—Oh... ¿Por qué?

—Nuevamente no funcionó y ya no se me ocurre qué más hacer.

David se sienta a su lado.

—Encontraremos la forma. Te lo prometo.

El amor de mi muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora