26.

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Menos mal que nos dormimos temprano...

Ayer conseguí convencer a Paul de que nos fuéramos a la cama temprano, el chico se quería quedar en el piano y yo le dije "pues no mi ciela". Y fue una sabia decisión, porque despertarnos a las 8:30 de la mañana, un sábado, era matador.

Durante la clase de fitness hicimos movilidad, y más tarde jugamos a un juego extraño que era como un pilla pilla que nos podíamos salvar si nos juntábamos, bueno bueno, un lío. Y la clase fue de juegos muy aeróbicos, mucho de moverse todo el rato.

Después hicimos parejas y teníamos que hacer varios ejercicios con ella. Pablo y yo no nos lo pudimos pasar mejor, hasta que Toni nos regañó. La cosa es que cada vez que nos levantábamos para chocar las manos él hacía una cara graciosa y luego yo la imitaba, no era nuestra culpa que la clase fuera tan aburrida.

Por fin había sonado el timbre, estaba muerta, me tiré en las escaleras mientras oía al profe darnos una especie de charla motivadora. Cuando nos pidió un abrazo grupal, el granadino tuvo que tirar de mi para levantarme. Nos despedimos del profe y la gente se fue a la ducha.

-¿Qué te apuestas a que soy más fuerte que tú?- le rete mirándonos al espejo

-Acepto- nos dimos las manos-. Si gano, quiero ver tu libreta

-¡Frena el carro vaquero!- exclamé poniéndole una mano en el pecho-. Te enseñaré una hoja random

-Esta bien ¿Tu qué quieres?

-Lo mismo- le guiñé el ojo

Me colgué de su cuello y el chico me cogió las piernas, teníamos una pose de las típicas parejas de recién casados entrando en sus casas. Comenzó a hacer sentadillas, evité mirarle, su pelo caía por su frente del sudor, eso perturbaba mi mente y otras zonas.

-No puedo más- exclamó dejándome en el suelo-. He contado 30

-Mi turno, prepárate para perder Pablito- le agarre

-Ya lo veremos

Comencé a hacerlas, era un poco incómodo porque estábamos muy cerca y podía sentir su respiración en mi cuello, me desconcentra a propósito. Tuve que dejarle en la número 28, ya no podía más con mi vida y me tiré al suelo.

-No te enfades Silvi, pareces una mala perdedora- me levanto de un salto

-He perdido porque ayer estuve mala- me excuse esquivando su mirada

-¡Excusas!- me abrazó y yo me quejé

-Estás sudado, Pablo Delgado quieto- dije riéndome

-Pues no me quitabas el ojo de encima- me sonrió

-Mentiroso- me aparte de él-. Me voy a duchar

-Luego tú, yo, libreta- fue señalándonos

-Que si Paul, yo siempre cumplo mi palabra

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Ahora estábamos todos reunidos por el taller de composición , hoy estaríamos con Miqui Puig. Muy interesante todo lo que dijo sobre nuestra actual percepción sobre la música y cómo siempre recurrimos a una canción sobre amor, por mucho que hayamos evolucionado. Y lo que dijo sobre las canciones que te marca sobre nuestra edad, que eran anclas, mucha razón.

-Ha sido super interesante- exclamó el granadino a mi lado-. Era como historia de la cultura musical

-Paul eres tú literal. ¿Sabes el conocimiento que tiene esa mente privilegiada?- le señalé su cabeza-. Ya me gustaría a mi

-Por la cara, estás desvariando

-Date cuenta amigo, haces cosas que a nadie se le ocurrirían, tu creatividad no tiene límites- me acerqué al espejo para hacerme la coleta-. Cada vez que abres la voz y sueltas una genialidad, pienso para mí misma "que orgullosa estoy de él"

stars | ✭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora