Había llegado el día...
Me desperté con Pablo a mi lado, le abracé por la espalda y en cuento noto mi contacto, se giró para corresponderme el abrazo.
Al rato nos despertó Noemí y no decimos decir ni una palabra sobre lo de ayer. Paul comenzó a actuar con normalidad, como si lo de ayer no hubiera ocurrido. Y eso no sé si me alivia o me preocupa.
Estaba sentada junto al resto en el comedor, esperando a que Pablo terminase de hacerme el café, a petición suya. Colocó la taza delante de mí y la observé extrañada.
-¿Es un café solo?- pregunté tras olerlo
-Sí- respondió guiñándome un ojo
-Yo lo quería contigo- dije y todos se empezaron a reír
-Cuando quieras bebé- continuó el con la broma
-Es broma, ya sabes que me gusta con...
-Con leche y mucho azúcar- me interrumpió el granadino-. Ya lo sé, te lo he preparado exactamente igual
-Eres el mejor- alague al chico
El desayuno siguió su curso. Y terminado este, comenzamos a prepararnos para la clase de Mamen Potter, que tocaría el timbre en exactamente 3 minutos, según mi móvil.
Salude a la profe acompañada de Kiki, que está comenzó a explicarle un par de cosas pero, vi entrar a cierto chico y mi atención se desvió. Llevaba sus gafas y la camiseta de los esqueletos. Cada día se volvía más guapo, pregunto.
-¿Alguien tiene mi boli negro?- preguntó Paul en voz alta
-Ten, podemos compartir el mío- respondí dándole el objeto
Y así pasamos la clase, pasándonos el boli de uno a otro y con alguna nota. Cada vez que nos enseñaba una imagen desagradable, ponía en mi cuaderno algo como tipo "Eres igual de feo que esa garganta" y Paul me contestaba con un "Pues antes no me quitabas el ojo de encima".
Tras la clase, dejamos las pelotas destructivas en su respectivo sitio. Me acerqué a Paul.
-¿Cómo te sientes?- pregunté cruzándome de brazos
-Bien, esta noche será mi gran noche- respondió riéndose, cuando notó como se agacha un poco
-Pablo Suárez Delgado ¿podrías dejar de burlarte de mi estatura?- refunfuñe, mientras él se reía
-Déjame que me lo piense- coloco una mano en su barbilla, haciendo una pausa-. No
-¿Y si te comes mi rodilla?- pregunté irónica con una sonrisa
-Prefiero otras cosas...- contestó levantando repetidas veces las cejas
-Eres imposible- dije cubriéndome la cara de la vergüenza-. Espero que no se haya escuchado
-Hoy me funan- sentenció el chico
Me abrazo por la cintura elevándome y dando unas cuantas vueltas conmigo en brazos. Yo le pedía que parar porque me estaba empezando a marear, hasta que nos chocamos con Cris.
-Lo siento- dijimos a la vez
-No pasa nada- contestó y luego me miró a mí-. ¿Estás bien?
-¿Sí...?- contesté extrañada
Pablo me bajó lentamente y nos dirigimos hacia el comedor, dentro de poco sería hora de comer. Pero me pareció raro ese gesto de Cris, no es que me cayera mal, pero apenas habíamos interactuado.
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Hayran KurguSilvia una chica de Granada que intenta entrar al programa OT, con ilusión y mil sueños por cumplir. Encontrándose con un chico que la acompañará en el proceso, ayudándola a encontrarse. Un fanfic de ot23 para llenar el vacío que nos dejó, al menos...