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Tercera gala...

Estaba felizmente en mi cama durmiendo, todavía nuestra maravillosa Noemí no nos había puesto el tecno, cuando unas manos me zarandean violentamente.

-¿Qué te pasa?- pregunté abriendo los ojos molesta

-¡Levanta, rápido!- exclamó Juanjo tirando de mi brazo-. Te está sangrando la nariz muy basto

Me levanté y dejé que el chico me guiara hasta los lavabos. Limpié mi nariz con agua hasta que dejó de sangrar y el chico me pasó un papel que haría de tapón.

-Ya está, tranquilo hombre- dije al ver su cara de angustia

-Es que me he levantado al baño y te he visto con todo el pijama sangrando, me que asustado- comentó señalando mi camisa

-No te preocupes- susurré mientras le agarré ambos brazos para que se quedase parado-. Mírame, estoy bien, me pasa a veces

-¿Lo de desangrarte por la nariz?- preguntó horrorizado

-Si, no todos los días, pero ya estoy acostumbrada, mi nariz es sensible- respondí con una sonrisa-. Ahora vete a dormir anda

-¿Necesitas algo?

-Una nueva camiseta, le quitaré a esta la sangre- contesté mirando la mancha

-Te dejo una mía- anunció viendo como desaparecía

Fue a por esa camiseta, me entregó una camiseta de manga corta de color verde pistacho. Juanjo se había ido a dormir, yo me puse la camiseta y comencé a limpiar la otra.

Pero llegó el momento del tecno, de eso no nos librábamos ninguno. Me fui a limpiar la cara y a quitarme el dichoso papel, luego me senté en la mesa del comedor con la cara contra la superficie.

-¿Qué pasa Paul?- pregunté con el ceño fruncido

-Ayer puse el lavavajillas y están la mitad de las cosas sucias- contestó yendo a la cafetera-. ¿Un café?

-Si porfa- vi cómo la Ruslana aparecía-. Buenos días Rus

-Que linda mañana- comentó Lucas apareciendo por mi lateral-. Algunas están medio muertas

-Que gracioso eres wacho- dije mirándole con una sonrisa sarcástica

-Que mal humor boluda- me revolvió el pelo

Minutos después Pablo me dejó la taza de café (Álvaro's version), le agradecí y esperé a que la gente viniera. Cada vez que alguien venía para hacerse su desayuno me saludaban revolviéndome el pelo, yo no se porque me peino. Ya sentados todos en nuestras respectivas mesas, levanté la cabeza.

-El arte que tenéis para haceros esas tostadas y que queden tan aesthetic, que alguien me lo explique- comenté viendo los platos de la gente

-Tú deberías desayunar algo- me regañó Nai-. Luego no tienes energías

-Eso no es verdad- protesté-. Últimamente solo necesito café para funcionar, me he acostumbrado, que si no, no tomaría nada

-Pues eso está muy mal- comentó la chica

No la contesté porque entraríamos en un bucle de nunca parar, no entiende que no necesito desayunar. Aproximadamente en mis últimos años de vida dejé de desayunar y estoy igual de saludable.

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Estábamos todos con las pelotas esperando a Mamen, vi que Paul llegaba tarde como siempre, este chico. Rodé la pelota hasta estar al lado de Nai, quien me recibió con un gran abrazo. Luego se acercó Martin a nosotras, señalando mi camiseta.

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