SIÉNTEME

CAPÍTULO EXTRA 3

*Amistad entre Patrick, Carlos, María y Dolores.

Patrick 19 años.

Hace una semana logré escapar de John y ahora me encuentro en México.

No tengo idea de qué hacer, pero espero que en México pueda tener una vida tranquila.

Mientras vagaba por las calles buscando alguien que me pudiera ayudar vi un anuncio colgado en una tienda dónde un hombre estaba buscando trabajadores para la época de cosecha en su viñedo y como no tenía qué comer ni dónde dormir, me urgía trabajar así que pidiendo indicaciones logré llegar al viñedo donde también estaba la casa del señor Carlos, que era el quien buscaba personal.

— Buenos días, vengo por una de las vacantes para recolector.

— Nunca te había visto aquí en la época de cosecha.
— ¿De dónde eres?

—Es que recientemente vine a México y tengo intenciones de quedarme aquí, por eso necesito el empleo. Me llamo Patrick.

— ¿Cuántos años tienes hijo?

— Diecinueve señor, pero en verdad necesito el empleo.

— ¿Y tienes experiencia recolectando uvas en un viñedo?

—No, pero si me da la oportunidad aprenderé.

—Creo que en serio lo necesitas, está bien hijo.
—Te veré mañana a las 8:00 en la bodega para que empieces a trabajar.

—Gracias, ahí estaré señor.

Pasé la noche al lado del viñedo, en una banca, pero pude dormir muy bien porque era época de lluvia. En cuanto sentí el sol en la cara me desperté y me lavé la cara con agua de una botella que encontré en un bote de basura mientras buscaba algo de comer.

Me dirigí al viñedo y toqué la puerta de la oficina del señor Carlos para verlo ahí y que pudiera darme indicaciones de mi trabajo, pero la puerta estaba cerrada, así que supuse que era muy temprano, entonces me senté en las escaleras a esperar.

— ¿¿Patrick??-

—Buenos días, señor Carlos.

—Por qué estás aquí tan temprano, té dije que tu turno empezaría a las 8:00 y apenas van a dar las 7:00.

—No tenía nada más que hacer o dónde estar, así que por eso vine más temprano.

— ¿Al menos ya comiste algo?

—No señor, pero ya que empiece a trabajar no tendré ese problema.

— Ven hijo, acompáñame.

Me llevó a su casa y me prestó un cuarto con baño y ropa para que pudiera limpiarme.

—Cuando termines de bañarte te espero en la cocina chico.

— Sí señor, gracias.

Traté de bañarme lo más rápido posible porque sentía que era un abuso con Carlos, así que en cuanto termine de vestirme baje a la cocina como me dijo.

— Ya estoy listo, señor.

Carlos me volteó a ver.

—No hay prisa Patrick, ven a desayunar.

—María él es Patrick, estará trabajando con nosotros durante la cosecha.

—Ella es mi esposa María.

La señora volteó a verme porque estaba cocinando y me sonrió.

—Hola Patrick, es un placer conocerte.
— Toma asiento.