08: Cachorros

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No era mentira que el omega se sentía seguro. Jongin no dejaba que los cachorros o el omega se alejaran mucho, siquiera en la casa. La noche anterior kyungsoo había escuchado al alfa levantarse en la madrugara para cerciorarse de que él y los cachorros estuvieran bien.

Kyungsoo dejo a la pequeña cachorra casi dormida en el asiento para bebes, mientras jongin cargaba al perezoso Daebin quien estaba dormido y aferrado a los hombros del alfa.

--Es muy temprano --Se quejó con un patético gruñido Jinwoo, haciendo que el alfa riera mientras desparramaba sus cabellos al caminar a su lado.

--Tu padre dijo que tardaríamos un par de horas en llegar a la cabaña --jongin le quito al mayor de los cachorros un poco de pasta dental de su mejilla-- Serás un alfa exasperante --jongin rio viendo al niño.

--¿Un alfa? --Jinwoo levanto la vista al alfa quien sonreía al verlos, el pelinegro asintió volteando a ver al omega a unos cuantos pasos más adelante-- ¿Crees que sea un alfa? ¿Cómo tú? --jongin agrando los ojos al ver los ojos emocionados del pelinegro, y trago fuerte cuando su lobo se sintió orgulloso de quien ahora sentía como su cachorro también.

"Es nuestro cachorro, claro que será como nosotros. Dile, Kim"

--No --Vio que el chico fruncía su ceño y sonrió --Serás mucho mejor que yo, ya verás que si --Le apoyo sintiendo al Bin removerse en su cuello--

Vio al niño sonreír con orgullo y correr junto a su padre. Si a jongin le hubieran dicho que el sentiría al diablillo que incendio su casa como a su cachorro, se hubiera reído tan fuerte que hasta el día de hoy le causaría risa. Aun así, no podía evitar pensar que, si no hubiera hecho aquello, el jamás hubiera conocido a kyungsoo, y tal vez ahora no estaría en ese lugar, sintiéndose a gusto por primera vez en su vida.

Solo le hubiera gustado que la forma de conocer a kyungsoo y sus hijos, no hubiera costado tanto dinero.

--No debiste decirle --Jihoon se refregaba los ojos con sus puños adormilado-- Estará insoportable el resto de la semana --Bufo el niño, jongin asintió rodeando al niño con su brazo para dejar su mano en el hombro del pequeño y caminar hasta kyungsoo.

Kyungsoo se aseguraba que los pequeños tuvieran sus cinturones de seguridad mientras el alfa dejaba las maletas y bolsos en la maletera de la camioneta de kyungsoo. Un automóvil que estaba diseñado para una familia grande como la del castaño, así dejar a los cachorros cómodos en sus asientos para bebes, y los dos mayores podían estar seguros en sus asientos también.

--Todos fueron al baño, ¿Verdad? --El castaño le pregunto a los niños, quienes asintieron-- Vale, cerrare la casa --Menciono el omega en dirección del alfa quien le asintió.

En cuestión de minutos ellos ya se encontraban viajando, después de una ligera discusión en la que los mayores peleaban por quien conducía, claro que jongin nunca fue de los que debatían, terminando por arrebatarle las llaves al omega y adentrándolo al auto como si tratara de una princesa, haciendo bufar al omega bien sonrojado.

Tal vez cualquiera pudiera esperar que a los alfas les gustara cuando los omegas eran delicados y amorosos. Incluso kyungsoo se sentía insuficiente por no ser de esa manera, cuando terminaba siendo tosco y masculino se regañaba a si mismo porque no quería que el alfa saliera corriendo.

Sin saber que no había cosa que a jongin le atrajera más de kyungsoo que esa autoridad que el castaño soltaba, cuando le gruñía por hacer las cosas mal, o cuando le ordenaba hacer algo. A él le encantaba ver sonrojado a kyungsoo por sus palabras, o robarle un beso como ahora tenía pensado hacer incansablemente.

En un tiempo de viaje las casas comenzaron a desaparecer, y los arboles comenzaron a aparecer en el paisaje. Y cuando cruzaron por el inicio del bosque y fueron rodeados por las copas verdes de estos, incluso sin dejar que todo el sol pasara por encima, kyungsoo se sintió más ligero.

Un alfa para, ¡Papá!  | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora