16: Muestra de amor

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Jongin dejo a la pequeña cachorra en su cuna antes de encender la luz de bebes y cerrar su puerta. Sigue el pasillo para bajar las escaleras y cerrar bien la casa, reviso puertas y ventanas antes de servirse un vaso de agua y regresar al piso de arriba.

Abrió la primera puerta entrando despacio a la habitación de los niños para asegurarse de que estuvieran bien, los pequeños ronquidos del mayor le dijeron que no había de que preocuparse. Suspiro cerrando nuevamente para llegar al final del pasillo y entrar a la habitación en la que dormiría desde ahora, junto a kyungsoo.

Se recostó a un lado del omega y aspiro su aroma antes de cerrar sus ojos y al fin dormir. Kyungsoo se abrazó al alfa y sonrió embobado, extrañaba esta calidez, ese sentimiento.

--Buenas noches... --Susurro el alfa besando la frente del omega con una dulce sonrisa

--Buenas noches...nini

Cuando comienzas a amar a alguien es cuando las cosas cambian, cuando ya no estás solo en tu mente, cuando de pronto alguien más está allí metido todo el tiempo. Cuando te dispones a entregarle todo lo que no te importo nunca, ahora lo era todo.

Jongin no dejaba de suspirar enamorado cuando sus ojos se fijaban en los suyos, cuando sus suaves manos acariciaban su piel, cuando el calor de su cuerpo se pegaba a él. El alfa jamás creyó en los cuentos de hadas y en el amor eterno, sin importar cuantas veces su madre lo digiera para él, jongin era el típico, ver para creer, y ahora estaba más que a los pies de un omega.

--Sabes que debes dormir, ¿Verdad? --Rio por lo bajo sintiendo la mirada del alfa sobre su persona

Jongin no había cerrado sus ojos, se quedó observándolo bien despierto, miro cada lunar de su rostro, cada curva, cada hebra de cabello castaño, estaba demasiado feliz por compartir la cama con el omega, que se dedicó a admirarlo en silencio.

--Al parecer no puedo dormir --Susurro sonriendo

Sus calientes manos tomaron las mejillas del omega quien se obligó a despegar su rostro de su pecho para verlo. Los ojos azules brillaban de pronto, todo se sentía tan bien, jongin lo hacía sentir tan jodidamente bien, olvido cuando fue que él se convirtió en el que tenía miedo de tantas cosas, en que momento el alfa se había vuelto tan descarado para robarle un beso profundo en ese momento.

Correspondió con las ansias del mundo, no había nada más perfecto que los besos que jongin le entregaba, nada más hermoso y sentimental que sus besos. La pareja sonrió con ojos cerrados en los labios del otro, tan empalagosos de amor que ambos no se reconocían.

Tal vez ese sentimiento fue el que acciono el cuerpo de omega, quien se recordó que nunca había sido una persona miedosa.

Kyungsoo se aferró a las mejillas del alfa, desenredo sus piernas de las del alfa para apoyarse sobre el colchón, empujo su cuerpo sin soltar los labios del pelinegro y se sentó a horcajadas del alfa. La respiración de jongin se cortó en el momento en que sintió todo el peso del omega en su cadera.

El beso nunca se soltó, sino que subió de nivel. Aun sabía suave y profundo, pero el alfa de pronto sintió tantas ganas de morder los labios ajenos, mandándole tantas oleadas de electricidad al cuerpo del omega quien se removió a gusto sobre él. Las juguetonas manos del omega soltaron las sabanas para sentarse erguido sobre el pelinegro, jongin abrió los ojos viéndolo excitado.

Las mejillas del omega estaban sonrojadas hasta las orejas, era la vista más hermosa que el alfa había contemplado en su vida. Y se dio cuenta que no necesitaba nada más que a ese omega en su vida, podía renunciar a lo que fuera por ver ese rosto feliz cuantas veces se lo permitieran contemplar.

Un alfa para, ¡Papá!  | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora