15: El mártir

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--¿Seguro que nadie quiere ir al baño? --jongin dijo exasperado mientras los niños peleaban por si ir en el asiento derecho o izquierdo

Kyungsoo rio despacio mientras lo veía renegar con sus hijos. Ya era casi oficial, de vecinos sin conocerse, sin saber la existencia del otra a pareja destinada era un paso gigantesco. Que se rieran de él, pero necesitaba ir de a pasos pequeños. No solo porque él creía que su familia seria la pequeña y rota que tenía en ese momento, sino que no esperaba confiar en un idiota alfa para nada.

No al alfa más gruñón e infantil de la lista, pero aun así y con todas sus fallas le encantaba jongin. No quería decir que se arriesgaría a algo más serio que los manoseos. Tal vez compartir un celo y esas cosas de "Parejas". Pero una marca de lazo, ¡WoW! No podía pensar en esa posibilidad.

Claro que dodo aullaba en desacuerdo con su humano con la idea de no unirse. Pero realmente kyungsoo no iba a poder soportar otra ruptura. Algunas personas podrían tacharlo de negativo, pero, vamos, hablamos de un omega que sufrió una de las perdidas más dolorosas, el ser abandonado y rechazado por su alfa.

No había nadie en ese maldito mundo que pudiera juzgarlo. Era un omega que entendía los límites de entre parejas. Destinados o no era algo de lo que no quería tomar riesgo. Aun si valiera el dolor y el sufrimiento, ¿Qué había de sus hijos? Realmente no había nada que el pudiera alejarlos de él, pero y si salía mal, él quería estar seguro de que se podría recuperar para sus hijos.

--¿Estás bien? --jongin pregunto acercándose al omega

--Lo normal-- Sonrió apenas besando la mejilla del alfa para caminar hasta el auto-- Yo conduzco -- Aviso antes de atar a la cachorra y sentarse en el lugar del conductor

Y parte de ser un omega precavido venia la larga lista de auto culparse por cosas que no podía modificar. Por ejemplo, ¿Qué había sobre la familia de jongin?

Había vivido lo suficiente para saber que ningún padre aceptaría a un omega rechazado como la pareja de su único hijo alfa. Aunque la diferencia de edad no fuera tan grande, también quedaba los normal que el alfa fuera mayor, un casto y lindo omega casándose con un exitoso alfa, claro que no era el caso.

Como podría darle la cara a su padre para presentarle otro alfa en su vida, no después de haber fallado con el primero y para colmo llevar cuatro cachorros. No iba a probar la paciencia de su padre una vez más.

--Estas muy pensativo --El alfa sonrió mientras se abrochaba el cinturón-- Dime que no estás pensando en nosotros otra vez, soo...ya quedamos con que no negarías esto --jongin estaba jodidamente asustado

Después de darse cuenta que kyungsoo formaba parte de sí mismo, estaba asustado. No solo por la reacción que tuvo su lobo después de un par de palabras de rechazo del omega, sino que se estaba enamorando más rápido del que podía controlar.

Era abrumador. Estaba asustado no por el hecho de lo grande que se estaba volviendo todo, de que criaría a esos niños, que formaría parte de una familia y que tendría que amoldarse a la infinidad de responsabilidades nuevas. Sino por lo mucho que el omega parecía querer retractarse de sus palabras.

--No te preocupes, nini -- kyungsoo sonrió viendo el camino

Está bien que muchas cosas había que resolverlas, aun así, no sabía tampoco si podía hacer la vista gorda y alejase de jongin. Le gustaba demasiado.

--¡Oh! --Hablo el alfa tomando el celular que sonaba para ponerlo en el altavoz del auto-- Dime

--¿Ya estas volviendo? --El moreno pregunto con la boca llena de un pastel que su omega había horneado-- minseok hizo pastel de fresas por enseñarle como calmar al cachorro, con lo de sus dientes-- Murmuro el alfa

Un alfa para, ¡Papá!  | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora