El exquisito aroma del alfa estaba infiltrado en sus fosas nasales, aspirando más y más sin importarle nada, aferrado a esa almohada con el aroma del pelinegro. Sintiendo como su erección tomaba su tamaño mañanero para frotarse en contra de la dura almohada.
Jadeo entre sueños por lo bien que se sentía...
--S-soo... --Gruño con ojos cerrados el alfa
¿Desde cuándo las almohadas hablaban?
El omega abrió grande sus ojos para encontrar la piel del alfa en contra de su mejilla, un alfa muy nervioso de puños cerrados intentando buscar al auto control que kai quería arrebatarle. Con las mejillas sonrosadas y su respiración levemente agitada, una imagen del pelinegro que kyungsoo no quería olvidar nunca.
Un jadeo de desesperación lo abandono, saltando de la cama como gato miedoso para golpear su trasero con el duro suelo. Jongin cerró los ojos, escondiendo su rostro en su antebrazo extendido sobre su rostro.
El omega no espero momento para levantarse en tropezones para salir de la habitación, con sus mejillas explotando en calor desapareció dejando al alfa solo en la habitación, meditando que rayos había pasado.
Kyungsoo se refresco el rostro con agua helada en el cuarto de baño, mirándose en el espejo expectante de una aplicación de sí mismo. Se encontraba nervioso, con algo en su pecho revoloteando ansioso, se regañó solo al suponer que había tenido el sueño más excitantemente húmedo, con ni más ni menos que el sexy alfa de habitación.
--Papi... --Un llamado a la puerta se escuchó haciendo que el chico abriera la puerta para encontrarse a Bin con su cabello revuelto y pasando su pequeña manito sobre sus ojos adormilados. -- Tengo hambre --Informo el menor
Suspiro con una sonrisa para salir con el pequeño, preparo el desayuno
Kyungsoo era una persona fuerte, seria y en ocasiones selectiva con a quien le demostraba sus emociones, no completamente fría. Tenía un lado cariñoso y aniñado, solía amar hacer berrinches y pucheros, claro que eso lo hacía ver débil, no le gustaba verse débil ante nadie, ni con su antiguo alfa.
No tenía la confianza para bajar la cabeza y ser el simple animal mañoso que solía ser en verdad.
Pero con jongin todas sus defensas bajaban a nada, el pelinegro lograba derribar todos sus muros de concreto y hacer lo que se le venía en gana con su persona y lobo. Ese era Kim Jongin, el fatídico y solitario alfa que conoció por sus cachorros.
Mientras rompía los huevos del desayuno bajo los ojitos adormilados de Bin, kyungsoo se vio sumergido en una bruma de paz, con el aroma del alfa a su alrededor, con su tacto a su alrededor, el latir de su dulce corazón, y la respiración calmada del alfa mientras dormía.
¡Lunas! Estaba jodido, completamente jodidamente enamorado de ese alfa. Y le costaba tanto admitirlo en voz alta, como si no se derritiera con la sola sonrisa y presencia del pelinegro.
--Buenos días, Mocoso --El alfa entro a la cocina removiendo el cabello del cachorro y besar su mejilla mientras sostenía a Nayeon en sus brazos, sumergida en su cuello, amando su aroma, el cual por cierto relajaba a la niña.
--Buenos días, jongin --El niño estiro los brazos hacia el hombre quien sonrió alzándolo en brazos, bueno en su brazo libre.
Así quedo con ambos cachorros aferrados a su cuello, aspirando su aroma protector mañanero.
--¿Hoy podemos jugar en el ? --Pregunto el niño emocionado
--Claro --Respondió el alfa acercándose al omega quien cocinaba escuchando todo sin llamar la atención-- Todos jugaremos en el bosque, incluso papi --Sonrió besando la mejilla del omega quien se volvió completamente rojo
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Un alfa para, ¡Papá! | KAISOO |
FanfictionKyungsoo se muda para comenzar de nuevo junto a sus hijos, pero el comienzo se ve afectado cuando estos incendian por accidente la casa del vecino, quien es un alfa gruñón y odia a los niños. El alfa termina viviendo junto a los niños y su padre ome...