17: Manzana

155 33 10
                                    

Algo retumbo en los oídos de kyungsoo quien perezosamente se removió entre las sabanas, volteo su cuerpo para abrazarse al alfa a su lado. El omega bufo molesto al no sentir el calor de su alfa, abrió los ojos para buscarlo notando que este no se encontraba en la cama.

Aunque su aroma dominaba toda la habitación el dueño de este no se encontraba, de inmediato una burbuja de malos pensamientos se vino abajo sobre la cabeza del omega. Algo había salido mal, algo no le había gustado, y no importo si el alfa le sonrió o lo abrazo toda la noche, ¿Por qué se había ido?

Se sentó sobre la cama siendo una persona lógica y no un necesitado omega, pensó en lo más obvio, seguro fue al baño, a revisar a los cachorros o incluso a por agua a la cocina. Podía haber muchas razones y ninguna en la que el fuera el causante.

Se recostó de nuevo a esperar al alfa como un obediente niño de pies cruzados envuelto en sábanas blancas. Claro eso no sirvió demasiado, solo habían pasado segundos cuando el loco asesino de omegas se le vino a la cabeza, y como un rayo se levantó de su cama, tomo los pantalones largos de la pijama y sin camisa salió de la habitación.

El frio suelo le dio la bienvenida, aun así, camino hasta llegar a la habitación de la cachorra, quien dormía plácidamente y luego a la de sus hijos, quienes de igual manera se mantenían en sus camas.

El sonido del agua en el piso de abajo hizo voltear al omega quien cerró la puerta de sus hijos para bajar los escalones. Las luces apagadas fue lo primero que noto. No hacia frio, por lo que no llevar camisa en la noche no fue problema, solo llevaba sus pantalones sin notar las marcas en su abdomen por los besos lascivos de jongin.

Se asomó por la cocina viendo las luces encendidas, sus cabellos ondulados castaños removidos entre sus ojos, aun así, noto la espalda de jongin junto a la mesada.

Ladeo la cabeza sin entender que hacía en medio de la madrugada solo con pantalones de dormir. Sonrió embobado por la figura del alfa, esa perfecta y fina cintura, encima su amplia espalda tatuada y ese tatuaje de luna llena en el centro de sus omoplatos, la tinta negra en su fina piel morena era exquisita, digna de admirar.

--Nini, ¿Qué haces aquí? --Sonrió acercándose

El alfa se tensó en su lugar, eso le dio tiempo al omega para acercarse hasta llegar hasta el azabache. Kyungsoo observo al alfa quien refregaba sus manos en el lavabo, escurriendo el líquido rojo que llenaba a ambas manos. El alfa sin darle demasiada importancia continuo su trabajo de limpieza.

Kyungsoo frunció el ceño sin entender que era, pero cuando el alfa acerco su rostro para mojarlo y que el mismo liquido bajara por su boca, justo ahí es que el aire de sus pulmones se fue por completo.

Se asustó, eso definitivamente era sangre, su cuerpo se movió más rápido de lo que su cabeza proceso, tomo el rostro de jongin y lo volteo para ver la herida. El alfa lo miro a los ojos, una sonrisa fría se formó en sus labios, kyungsoo pudo pensar en porque sonreía de esa manera, pero no hablo al ver sus ojos morados.

--Mi hermoso omega... --Susurro con su voz ronca mientras ladeaba una sonrisa que dejo ver los colmillos blancos

--¿J-Jongin? --Soltó su rostro al notar que no había heridas de donde saliera la sangre, trago duro mientas daba un paso hacia atrás

El alfa soltó una risilla mientras el dorso de su mano limpiaba el agua escurrida por su mentón. No contesto, pero no hacía falta, jongin tenía unos preciosos ojos azules que kyungsoo amaba, y esa persona tenía los ojos morados y fríos.

--Jongin está dormido... -- Susurro el alfa antes de tomar una manzana de la cesta de frutas-- Soy kai --Sonrió de lado viendo al omega retroceder dos pasos-- No quiero asustarte, omega -- Afirmo reposando su espalda baja en la mesada

Un alfa para, ¡Papá!  | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora