14: Destinados

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Ir lento no había funcionado, dos días después de puro manosea en el bosque, en la cabaña y en donde fuera que el omega lo comiera con la mirada, Kim se encargó de solucionarlo. Claro que no solo el interés ya parecía ser más natural, sino que sus lobos habían tenido su momento, y es que el estupefacto no fue jongin esa vez, sino kai al deleitarse con tremendo lobo marrón y blanco.

Entendía la molestia del omega por no ser un pequeño cachorro adorable, sino un lobo imponente, kai era apenas un poco más grande que el omega y eso le gustaba al alfa. Oh sí, pero no tanto como esos hermosos ojos heterocromáticos, uno castaño del mismo color que el de kyungsoo y el otro tan azul como el cielo.

Eso era lo que necesitaba el omega para superar su problema de parecer alfa, y es que el alfa a su lado no paro de correr a su lado junto con los cachorros todo el día completo. Hasta tomaron una siesta bajo la sombra de un árbol, dodo acurrucado con los cachorros mientras que el alfa dormía patas arriba con el cachorro de Bin igual de desparramado en la panza del alfa.

Todos juntos como una familia, ese siempre había sido el sueño del omega, lo que quería ignorar era el hecho de que no era lo que siempre había querido el alfa. Por muy apegado que ahora estuviera, recordaba bien como este no quería tener nada que ver con una familia oficial, y para estar con kyungsoo era un requisito quererlo, porque el omega venia de la mano con cuatro cachorros, era un paquete grande de sorpresas.

Aun así, el omega olvido todo cuando el alfa se despertó para tomar al cachorro del lomo con su hocico y dejarlo junto a los demás Kim, el alfa rodeo al omega para rodear a los cachorros como a su omega, volviendo a depositar su hocico en el pelaje castaño y gruñir hasta volver a dormir bajo el árbol junto a su familia. Kyungsoo también lo hizo.

Las cosas habían cambiado, el omega ya no negaba que estaba más que derretido ante el alfa, no había nada más que hacer que aceptar el alfa.

....

--¿Me pasas la sal? --Pidió el omega al pelinegro quien estaba sentado en la mesada haciendo reír a la niña a la distancia, haciendo malabares con dos naranjas

--Claro, bebe --Sonrió el alfa, tomo el frasco para extendérselo y el omega se quedó quieto viendo la sonrisa del alfa

Una ráfaga de aroma le llego, inhalo con calma notando el limón y tierra mojada del alfa...con una pequeña diferencia, había un olor a menta que lo hizo estremecerse. Su cuerpo se tensó por completo ante el alfa que ladeo la cabeza.

--¿Menta?... --Susurro el omega viendo al alfa quien sonrió enternecido

--¿Así que huelo a menta también? Creí que nunca iba a descubrir mi tercer aroma-- Soltó mordiendo una manzana

Jongin rio al ver el pánico en el rostro del omega quien no podía moverse de su posición. En cambio, el alfa camino hasta estar cerca y beso la nariz del omega con ternura.

--Tu hueles a vainilla...chocolate y almendras --Volvió a morder la manzana

--Imposible... --Murmuro viendo al alfa

No era estúpido, sabia sobre eso del tercer aroma de un lobo, el cual casualmente solo podía ser percibido por el destinado del lobo. Lo que claramente jongin estaba diciendo era...imposible. No conocía a nadie quien encontrara eso de sus destinados. Era un mito urbano.

--Soo, respira, bebe... --Acaricio las mejillas del omega quien trago duro

--Dices que somos, ósea, eso de los...no puede ser... ¿Verdad? --kyungsoo divago nervioso viendo al alfa

--Pues, eso respondería muchas cosas, ¿No lo crees? --Rio jongin-- ¿Dodo no te lo dijo?

--Dudo que dodo se lo sepa --Musito más pálido que antes

Un alfa para, ¡Papá!  | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora