28: La marca

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La mirada del pelinegro estaba sobre la madera de la mesa, con sus manos sobre ella, con la respiración calmada. Desde que había desasido el abrazo se mantenía sentado en ese lugar mirando un punto fijo.

Recordó la vez que fue a tatuarse por primera vez, ahí fue que la luna llena en la espalda fue lo primero que se hizo. Algo de ese tatuaje le daba calma, tal vez el hecho de simplemente ser la luna y ya. Jamás creyó que esa sería la prueba irrefutable de aceptar que él era un maldito asesino a sangre fría.

Omegas, alfas...cachorros.

Jongin se agarró la cabeza negando con lentitud, corrió su cabello hacia atrás con nervios y sus labios magullados, el sol ya había caído, debía centrarse en el punto. Ya no más secretos.

--¿Cómo conoces a kyungsoo? -- Comento la pregunta perdido en algún punto de la habitación, sin mirar al otro alfa

--Porque aun lo recuerdo de cuando vivía en la manada junto a su familia, el hijo menor de Do Daehyun, un beta orgulloso. --Suspiro colocándose la camisa nuevamente

Jongin frunció el ceño, kyungsoo había crecido en la ciudad, no tenía sentido, porque él no le había dicho si así no fuera el caso.

--Kyungsoo dijo que había crecido en la ciudad --Informo molesto con su padre

--Ellos dejaron la manada después de...un accidente --Acoto Hyesun

--¿Y qué tiene que ver en todo esto? -- Gruño inconforme de que no le hubieran contado esto antes, o siquiera recordarlo

Ambos padres suspiraron viendo a jongin, tenían miedo de haber causado un estado en el que fuera difícil de manejar. Aun así, el pelinegro estaba bastante centrado en simplemente escuchar y asimilar los hechos.

¿Qué más podría salir mal? Prácticamente su vida se había venido en picada, años siendo policía para seguramente terminar en prisión, lejos de su familia y felicidad. Jongin o podía estar más deprimido en su vida que en ese momento.

Pensó en las muchas cosas que se perdería, porque él era policía, había jurado por proteger a las personas, no podía seguir en las calles si eso implicaba la muerte de otros. Sin pensar que él podría hacerle daño a kyungsoo y eso jamás se lo podía permitir, a este punto lo mejor era alejarse de los Do a como diera lugar.

--Cuando un alfa puro tiene hijos, estos heredan automáticamente el gen puro, por ende, al nacer ya son alfas y sus lobos están presentes con ellos-- Informo su madre viendo a su hijo

--¿Quieres decir que mis hijos serán como yo? -- Pregunto viendo a su madre quien asintió lentamente

--Alfas puros, sí. -- Concluyo su padre

--¿Y qué tiene que ver eso con kyungsoo? No entiendo --Cuestiono

--Porque reconociste a kyungsoo como tu destinado aun siendo un niño, tu lobo lo reconoció. -- jongin miro a su madre sin entender nada-- Eras un niño inocente, no tenías ni idea de que era lo que tanto te atraía hacia kyungsoo, se volvieron amigos, muy unidos y los Do no tenían problema con eso en un principio-- Su madre intento simpatizar con el sin excito, el alfa volteo la mirada lejos de sus ojos

Haesung recordó los momentos aquellos como los peores, recordó los gritos y las emociones descontroladas, los picos de ira y las emociones abrumadoras.

--En ese tiempo tu madre y yo teníamos problemas, yo perdía el control con frecuencia, incluso... --Tomo aire, aun le costaba recordar o mencionar aquellos momentos sin que algo se presionara dolorosamente en contra de su pecho-- Casi la mato una vez, si no fuera por Jisung quien me detuvo, es probable que no estuviéramos aquí ahora

Un alfa para, ¡Papá!  | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora