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—Buenos días—Dijo la voz masculina, gentil pero al mismo tiempo distante

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—Buenos días—Dijo la voz masculina, gentil pero al mismo tiempo distante. Harry se sentó a la par de Charlotte en el pupitre del frente, ella lo miró por unos segundos como si quisiera evitar responder, aunque, de mala gana termino por hacerlo.

—Buenos días Harry—Contestó, y luego se volteó a otro lado evitando la mirada penetrante del azabache, quien no dejaba de verla.

—¿Está todo bien? Actúas casi tan fría como Snape—Ironizó, pero se quedó callado cuando ella frunció el ceño y lo ignoró. Harry parecía no saber que le sucedía, la miraba de reojo y se confundía más.

Charlotte por otro lado estaba enojada, había pasado todo el desayuno viendo como él se reía y divertía con Cho Chang mientras ella estaba sola tomando una maldita taza de chocolate caliente.

—Silencio—Exigió la voz fría de Snape, abriendo paso entre los pupitres hasta posicionarse al frente de todos, mirando a sus estudiantes de quinto año con recelo.

El lugar calló, siendo inundando por un profundo e incómodo silencio, bajo las miradas pesadas que Snape les lanzaba, esperando ansiosamente que fuera el hombre de pelo grasiento quien rompiera el silencio explicando lo que harían ese día. El único ruido que se escuchó fue el del caldero sobre una de las mesas de piedra siendo destapado dejando salir humo como si de exquisita comida recién preparada se tratara. Pero claro, no olía a nada, hasta el momento.

—Quiero que pasen, uno por uno, al frente y huelan esta poción—Dijo Snape entre dientes como si se maldijera mentalmente al tener que impartir clase para los Gryffindors, a quienes miraba con el entrecejo más fruncido que de costumbre—Potter—Pronunció, alargando la "R" y alzando una ceja burlonamente—Tú primero.

Harry se levantó poniendo la mano sobre el pupitre y se dirigió a la mesa delante, donde Snape se hallaba atento a la reacción de cada uno de sus alumnos. Harry miró atentamente la poción y le pareció que brillaba como un espejo, o quizás como un pequeño espejo plateado con burbujas. No entendía el propósito de esta prueba y sentía como los ojos de todo el mundo se hallaban sobre de él, juzgándolo más que nunca. Miro a Charlotte, ella le sonrió un poco como si intentara animarlo pues sabía lo pesadas que eran estas clases para él.

Se acercó y el líquido dentro del caldero desprendió uno y mil aromas, cerró los ojos un momento concentrándose en identificar el olor pero era difícil. Eran tantos a la vez.

Empezó a pensar en Cho cuando el olor a un delicioso shampoo de coco llegó a él, luego.... Canela... Té caliente... Era como si estuviera frente a Cho. Se apartó de golpe abriendo los ojos con rapidez y sacudiendo la cabeza, no fue difícil para él identificar de qué poción se trataba.

—¿Y bien?—Cuestionó Snape. Frunciendo los labios y arqueando una ceja esperando impacientemente mientras paseaba entre sus manos su varita, como si ansiara lanzarle un maleficio a Harry en ese momento.

❛ʜᴇᴛᴇʀᴏᴄʀᴏᴍɪᴀ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora