𝒟𝐼𝐸𝒵

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El muro de la sala de menesteres explotó cuando Umbridge, llena de furia y con su varita en mano lo hechizo

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El muro de la sala de menesteres explotó cuando Umbridge, llena de furia y con su varita en mano lo hechizo. Dentro, los miembros del ejército de Dumbledore retrocedieron ante la fuerza del estruendo que acababan de recibir, expresiones de terror se marcaron en los rostros de cada uno cuando vieron a aquella pequeña mujer vestida de rosado, realmente furiosa con ellos, mientras los Slytherin estaban detrás. Pero, ¿Cómo los había descubierto?

Harry estaba de pie, sus ojos vagaban entre los de túnicas verdes mirándolos con el entrecejo fruncido.

—¿Como...?—Tartamudeaba Hermione, bajando su varita y con miedo en su rostro—¿Como nos han descubierto?

—Tuve una pequeña ayuda.—Respondió Umbridge, su voz se entrecortaba por la ira que sentía.

Harry por alguna razón sintió un mal presentimiento surgir dentro de él, apretó con fuerza la mano de Cho, que no dejaba de mirar a Umbridge. Cuando de pronto, de entre los Slytherin surgió Draco, con una sonrisa de burla en el rostro.

—¿Fuiste tú, Malfoy? ¿Cómo diablos...?

—No fui yo, Potter—Interrumpió Draco, antes de dejar a Harry terminar y se rió—Mira quien viene conmigo.

Harry notó que una figura femenina, un poco más baja que Draco, apareció entre los Slytherin, el rubio le pasó el brazo por los hombros y Harry se enfureció cuando reconoció a Charlotte, mirándolo fijamente con una mirada severa. Sus ojos heterocromos hicieron que un escalofrío le recorriera la columna al azabache.

—¿Tú? ¿Qué demonios? ¡Nunca te lo dije!—Gritaba Harry, furioso. Siendo detenido por Cho, que tenía la mandíbula apretada.

—Tengo mis métodos—Respondió Charlotte y por un segundo miro hacia luna, que la saludaba alegremente. Pero nadie se dio cuenta. Charlotte sonrió con complicidad y Umbridge tomó la palabra.

—Gracias por tu ayuda, señorita Grindelwald, me aseguraré de que recibas tu merecido—La miró fijamente y Charlotte noto que empezaba a temblarle la voz, después se giró nuevamente hacia Harry—Eres una especia de atajo, una rata, una acomodaticia. Jamás me vayas a dar la espalda, tu deber es conmigo.

—¿Mi deber?—Preguntó el azabache, confundido, pero aún furioso dedicándole miradas fulminantes a su ex novia, que se encontraba discutiendo en voz baja con Draco, parecía molestarle que él rubio la intentara abrazar.

—Podría expulsarte ahora mismo, desterrarte si quisiera, pero no lo hago, porque mi corazón es bondadoso—Dijo Umbridge falsamente sonriendo con burla. Los Slytherin se carcajearon y ella se puso más seria—Ahora, todos ustedes, bola de ineptos, ¡Los quiero en mi oficina!

Charlotte miró como uno a uno, los miembros del ahora destruido ejército de Dumbledore salían por el muro destruido siendo escoltados por la brigada inquisitorial hacia la oficina de Umbridge, con ella caminando hasta el frente. Harry al pasar frente a ella y Draco, los miro a los dos como si se aguantara las ganas de lanzarles una maldición imperdonable en ese mismo instante, aceleró el paso detrás de los otros y Cho llegó hasta la par de Charlotte mirándola con disgusto.

❛ʜᴇᴛᴇʀᴏᴄʀᴏᴍɪᴀ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora