𝒯𝑅𝐸𝐼𝒩𝒯𝒜

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Charlotte abrió la puerta de su habitación y una carta cayó al suelo, la observó y luego miró a los lados intentando buscar rastro del que la había enviado

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Charlotte abrió la puerta de su habitación y una carta cayó al suelo, la observó y luego miró a los lados intentando buscar rastro del que la había enviado. Al no ver a nadie se agachó a tomarla, luego cerró la puerta detrás suyo.

Entró a su habitación de nuevo con pasos lentos mientras observaba el sobre de la carta y se sentó sobre el escritorio, abriéndolo lentamente.

«Charlotte,

Sé que sonará cobarde de mi parte hablarte por esta carta, pero debo pedirte disculpas. Me he sentido culpable durante estos meses, abrumado por lo que Daphne te hizo, esa mujer se ha vuelto loca, y sé que ya ha sido expulsada pero aún así no podía quedarme de brazos cruzados. Desde el fondo de mi corazón te pido sinceras disculpas por lo que mi ex novia te causó, solo quería reconciliarme contigo pero no sabía que eso te llevaría a un estado de coma. Pensé que morirías y me arrepentí por cada maldita burla que te dediqué desde primer año, no las merecías. Tienes unos ojos hermosos, por si no lo sabías.

Atentamente, Theodore Nott»

Charlotte dobló la hoja y la guardó dentro de un cajón, luego salió de su habitación con sigilo, era bastante temprano para que alguien estuviese despierta un sábado, pero ella tenía una promesa que cumplir.

Toco lentamente la puerta y después de esperar por unos segundos observo la mirada noble de Dumbledore del otro lado, el hombre sonrió ligeramente y la invitó a pasar a su oficina.

—Charlotte, me da gusto verte, ¿Qué haces aquí?

Charlotte se acercó a la cómoda silla frente a la escritorio de Dumbledore y se sentó lentamente.

—Profesor Dumbledore, he salido de la enfermería hace una semana, supuse que sería buena idea venir—Dijo, con voz levemente temblorosa y observando a Dumbledore fijamente.

—Si, Charlotte, quisiera que me contaras lo que pasó exactamente ese día—Dumbledore la miró a través de sus gafas de medias lunas—Tengo entendido que la señorita Greengrass la atacó durante una clase con Slughorn, ¿Me equivoco?

—No, profesor—Suspiró—Estoy bien, no tengo una idea exacta del porqué lo hizo. Pero habrá tenido sus razones, no es bueno guardar rencores, ¿No?

—Me sorprende tu nobleza, Charlotte, no es tan común viniendo de una Slytherin.

Ambos intercambiaron miradas y Charlotte notó la manera en la que Dumbledore la escaneaba con sus ojos profundos y pequeños. Ella se levantó tratando de ocultar su nerviosismo.

—Profesor, me gustaría preguntarle algunas cosas—Dijo, desviando la mirada a diferentes partes de la oficina. El hombre la observó con atención y asintió.

Charlotte frunció los labios y comenzó a caminar por la oficina, observando detenidamente a Dumbledore desde cada ángulo.

—¿Cuál es su recuerdo más feliz, profesor? ¿Cuál es su memoria más dolorosa? ¿Y su mayor debilidad?

❛ʜᴇᴛᴇʀᴏᴄʀᴏᴍɪᴀ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora