Apenas las clases terminaron me dirigí a mi casa, no tome el almuerzo como es costumbre en el restaurante del colegio, ya que quería estar preparado para lo que fuese a pasar con Diego.
Algo dentro de mí se sentía verdaderamente mal, por aceptar estar con él. Daniela parece una chica muy dulce, y además no quisiese que algo así me pasara a mí, que a la persona que más amo me fuese infiel, y peor aún con el nerd del colegio.
Pero, por otro lado, tengo incertidumbre, primero por saber que pasa entre F y él, eso del famoso radar al parecer es una especie de intuición que tienen los gays o bisexuales para identificar a otros del mismo tipo.
¿Por qué yo no tengo eso?
Tal vez porque soy demasiado pendejo, o incluso por ser virgen, y mis sentidos gay/bisexuales están apagados, tengo la leve sospecha que si pierdo mi virginidad pronto entenderé a que se refiere.
Y también debo admitirles que tengo morbo, y mucho. Lo que pasó con él fue una probada de que tengo muchas ganas acumuladas, que en serio quiero hacerlo. El resto de la jornada en el colegio me sentía indispuesto, pero mi único malestar era una sensación de fatiga y necesidad de tacto, en especial tacto masculino.
Al llegar a casa mamá me dejo el teléfono por una hora exactamente, apenas pude tomar el dispositivo y mandarle mensajes a F para decirle que estaba castigado, y que por eso no podría contestarle como es habitual.
Él pareció entenderlo, pero me pidió que habláramos del «asunto» en algún momento, yo por mi parte accedí, pero con la única condición de que fuese en persona, ya que por celular dejaría evidencia, además quería ver su cara cuando me dijera algo sobre el «asunto».
El beso para ser más específicos.
El resto de la tarde me estuve arreglando, y arreglando mi cuarto, no es que esté desordenado; pero quería que oliera a delicioso. Cambie las sábanas y le dije a mamá que quería lavar las que había sacado, mi mamá parecía extrañada, pero le expliqué que vendría un grupo de amigos a estudiar química y que yo sería su maestro, ella me creyó y me felicitó por «tomar la iniciativa» de ayudar a mis compañeros.
Y lo más tétrico del asunto es que me rasuré abajo, no supe cómo, ni en qué momento tuve la brillante idea de comprar una cuchilla de afeitar, y sacarme el bello de abajo, pero como podrán adivinar eso no salió para nada bien, en serio nada bien.
Primero compré la cuchilla más barata, lo cual implicaba que no cortaba como las de cuatro hojas, por lo que tuve que pasarme varias veces la máquina para eliminar los bellos. Segundo; al ser la primera vez tenía aquella parte bastante poblada, y se supone que debía cortar primero con una tijera, y tercero al parecer me corte, y varias veces.
¿Por qué me odias universo?
Como pude me termine de depilar y bote los rastros de mi crimen al inodoro para que desaparecieran, por otro lado, me bañe e intenté aclararme dos tonos de piel más, pero no lo logre, solo terminé con zonas bastante rojas por cepillarme de más.
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¿CONFUNDIDOS O MENTIROSOS? MEJORES AMIGOS. TERMINADA✓
Teen FictionD es un adolescente prodigio en su escuela, un chico correcto y muy dedicado a lo que hace, especialmente a su pasión frustrada: la escritura. Sin embargo, nada es realmente perfecto y D guarda un par de secretos, «más bien bastantes». Está enamorad...