D es un adolescente prodigio en su escuela, un chico correcto y muy dedicado a lo que hace, especialmente a su pasión frustrada: la escritura. Sin embargo, nada es realmente perfecto y D guarda un par de secretos, «más bien bastantes». Está enamorad...
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F POV
Las vacaciones han sido la experiencia más increíble que he vivido últimamente, no solo porque me siento realmente feliz de lo que tengo en este momento «hablo de mi chico», sino que también la actitud de mis padres y mi familia en general se ha visto alivianada por mi buen rendimiento académico.
Al ser el hijo mayor hay una cantidad de presión sobre mis hombros, no solo porque todos esperan grandes cosas de mí, sino porque se supone que debo ser el ejemplo de mis dos hermanos menores, por eso debo ser el guía de ellos, y aunque es responsabilidad de mis padres educarlos, según ellos, soy una referencia, y si yo no soy lo que ellos esperan. Mis dos hermanos se verán afectados por eso.
Siempre he sido monosílabo y la verdad abrirme a las personas no es algo de mi gusto, más bien soy distante y reservado, y mi propio espacio me parece más importante que cualquier cosa. Podría decirse que soy frívolo, pero es la manera en la que mi padre me enseñó a ser, aunque él espera que frente al público sea un amor de persona que se gane sus corazones.
No tengo intención de ganarme el corazón de nadie.
Bueno, el de mi chico, pero ese ya es mío.
Hablando de mi novio, él está muy estresado, según D su madre y su trabajo lo consumen, pero me he fijado que suele estresarse con facilidad y qué parte de su píldora para eso es el sexo, no sé si él tenía conciencia de su intensidad sexual, talvez al tener por primera vez relaciones exploró y vio que le gustaba y ahora desea más.
Aun así, no me quejo, amo tener sexo, y al no poder masturbarme agradezco que él quiera que me lo folle cuando podemos, lo que me lleva a lo que venía explicando, no hemos podido vernos y eso lo tiene alterado, porque suelo enviarle fotos de mi miembro y de mi abdomen y se vuelve loco, incluso me ha pedido videollamada y toda la cosa, y aunque al principio accedí, él se ponía furioso porque no podía tenerme dentro de él.
Me resultó una fiera sexual el enano ese.
Mis padres habían decidido regresarse antes de tiempo, ya que mis primos del campo saldrían para celebrar mi cumpleaños. Solía jugar con ellos cuando era muy pequeño, pero poco frecuentamos la familia de mi madre porque son demasiado liberales para el gusto de papá.
Eso me lleva a lo que sucedió en el club de los relegados o llamados también los Sisas, «hijos perfectos en público», que es un espacio que organice con un grupo de chicos de la iglesia que padecían lo mismo que yo, un malestar por nuestras familias y sus expectativas con nosotros.
Encontrarme a D en ese lugar fue una sorpresa, y ver a Diego junto a él me enfureció. No sabía que era así de celoso, y menos que era agresivo cuando me sentía así, talvez era la marihuana en mi sistema que me jodió la cabeza, pero eso no justifica mi comportamiento.
¿Por qué Diego estaba en ese lugar a todas estás?
Tenía mucho tiempo sin ir, no tenía interés en buscar sexo y drogas, no desde que comencé a formalizar con D.
