ROWAN
- Qué narices... —respiró Lucas mientras se ponía a mi lado.
- ¿No estaremos alucinando? —pregunté, esperanzado.
- ¡La hierba generalmente no te hace ver zombies!
- Joder.
Cuerpos disecados, al menos treinta, la mitad caminando y la otra mitad arrastrándose fuera del bosque venían en nuestra dirección.
Tanto sus ropas como su carne estaban hechas jirones.
Los globos oculares y las lenguas caían y colgaban de las caras caídas.
- Esto no puede estar pasando —dije, con el porro amplificando mi corazón martilleante.
- Mierda —Lucas se apartó de la ventana.
- Tengo que llamar a mi madre —dije, arañando mis bolsillos.
¿Por qué mis bolsillos estaban vacíos?
Los zombies se acercaban y me quedé helado.
¿Qué coño estaba buscando?
Hay malditos ZOMBIES viniendo.
¡Tengo que buscar ayuda!
¡Mi maldito teléfono!
Volví a manosear frenéticamente mi chaqueta, y finalmente sentí un bulto que resultó ser mi móvil. Lo saqué a tientas y llamé a mamá.
Directamente al buzón de voz.
- ¿Me estás jodiendo? —mis ojos volvieron a mirar a los zombies.
- ¡Vamos, tenemos que salir de aquí! —Lucas me agarró del brazo.
Introduje un mensaje mientras me arrastraba hasta la puerta del aula.
Rowan: "Mamá estamos escuela hay zombies"
Rowan: "Ayuda mamá"
Me detuve y volví a mirar hacia la ventana. Esas cosas se estaban acercando.
Lucas intentaba forzar la cerradura de la puerta del aula.
- ¿No funciona la llave que encontraste? —pregunté.
- No, eso es sólo para la puerta exterior. Pero no quiero salir por ahí, ¿y tú?
- Mierda, hombre —gimoteé volviendo a mi teléfono y tratando de concentrarme.
Rowan: "Tienes que ayudarnos estamos en la escuela"
Rowan: "Hay zombies"
Rowan: "Mamá zombies"
Rowan: "¡¡AYUDA!!"
Todavía no había respuesta.
¿Dónde coño estaba?
La horda casi había llegado a la ventana.
- ¡Maldita mierda!
- ¡Ahí! —dijo Lucas, abriendo la puerta de un tirón.
Detrás de nosotros, una ventana se rompió.
Un hedor espantoso llegó, acompañado de gemidos y gruñidos.
Corrimos por el pasillo hasta la salida de la esquina del edificio, de vuelta hacia el gimnasio y los campos.
Las puertas de salida estaban bien cerradas.
Mientras Lucas embestía contra ellas inútilmente, intenté llamar a Nina.
Sonó y sonó.
Al colgar, envié un mensaje de texto.
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Lobos milenarios (libro 7; último)
WerewolfHola queridos/as lectores/as!!!! Me llamo Noah y este es el séptimo, y último, libro de lobos milenarios. Como ya dije en los libros anteriores, esta historia no es mía, es originaria de Sapir Englard. Como me gustó tanto, quiero compartirla con to...