Capítulo 115 Dejando el pasado atrás parte 1.

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    —Mamá te entiendo mejor de lo que crees. —Dijo Harry luego de que regresara al lado de Asami, lo tomara nuevamente de la mano mientras que la mano que sostenía al Bazeor se la llevaba a su vientre—. A mí también me hubiera gustado tener a alguien que se preocupara por mí mientras crecía.

    —Harry. —Dijeron más de uno, pero Harriette no los dejo hablar ya que se llevo a la sien el Bazeor.

    Se empezó a verse un Zoológico repleto de familias y Lily reconoció a su hermana y a su cuñado frente a un puesto de helados y una sonriente Hécate que le preguntaba a Harry luego de entregarle dos grande helados de chocolate a Dudley y a Piers.

    —¿Y tú pequeño que vas a querer?

    —Una paleta de limón. —Respondió Vernon rápidamente antes de que Harry pudiera hablar.

    —Aquí tienes pequeño, que lo disfrutes. —Dijo Hécate con una sonrisa.

    Cambia la imagen y se ve un restaurante que por los adornos se podía apreciar era parte del Zoológico.

    —Aquí tiene jovencito. —Dijo Anubis vestido de mesero dejando frente de Dudley una hamburguesa con papas y una malteada.

    —Esto no es lo que ordene. —Casi grito Dudley ya que Anubis uso su poder para que todos menos Harry vieran el contenido de la bandeja más pequeño de lo que era.

    —Yo pedí una como esa. —Dijo Dudley señalando una bandeja de otra mesa.

    —Cámbiela por lo que se pidió. —Ordeno Vernon secundando a su malcriado hijo.

    —Esto es lo que pidieron, si quiere otra cosa será agregado a su cuenta. —Dijo Anubis muy serio, cuando se inclinó para recoger la bandeja, Vernon la tomo antes y se la paso a Harry.

    —Traiga otra, pero esta vez que sea la correcta. —Ordeno Vernon altivo.

    La escena cambio y se veían Ron y Harry mientras este le preguntaba cómo era posible que un troll hubiera entrado a la escuela y Ron respondiéndole que no había forma que hubiera entrado solo, que seguro Peeves lo dejó entrar como broma de Halloween. Como recordaron que Hermione no sabía nada y fueron en su búsqueda cuidándose de que Percy no los viera.

    —¡Percy! —susurró Ron, empujando a Harry detrás de un gran grifo de piedra solo para ver que se trataba del profesor Snape.

     —¿Qué es lo que está haciendo? —Pregunto Harry en susurros—. ¿Por qué no está en las mazmorras, con el resto de los profesores?

     —No tengo la menor idea. —Contesto Ron mientras salían sigilosamente de su escondite y veían que se dirigía al tercer piso para luego agregar—. ¿No sientes un olor raro? —Harry estaba olfateando cuando oyeron un gruñido y las pisadas inseguras de unos pies gigantescos. Ron señaló al fondo del pasillo.

     Para los mundanos fue la visión más horrible que habían visto y eso que habían pasado por mucho al ser mafiosos. Ante ellos un monstruo digno de pesadillas con sus más de tres metros y medio de alto con la piel de color gris claro, un gigantesco cuerpo deforme, una pequeña cabeza calva que parecía no corresponder con el resto del cuerpo; sus piernas era cortas, gruesas como troncos de árbol, pies planos y callosos con largos brazos que arrastraban un garrote como si no tuviera fuerzas en ellos.

    Vieron cómo se detenía frente a una puerta y tras unos segundos de indecisión entraba vieron como Harry de un salto empujo la puerta y le echaba la llave para luego celebrar y cuando se disponían a seguir en busca de Hermione oyeron un grito que hizo que Ron palideciera.

El Mago y El YakuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora