Prólogo.

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Disclaimer: Station 19 le pertenecen a Shondaland. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son mios. 

NOTA: Cursivas es italiano. 

La estación estaba muy silenciosa y a Francesca Deluca-Bishop eso no le gustaba en lo absoluto.

—¿Mami? ¿Mamma?—Tenía cinco años y ya se creía toda una niña grande, pero no podía evitar asustarse cuando no estaban con ella—¿Tía Vic? ¿Tía Andy? ¿Tío Travis?

Llamó a las personas que solían acompañarla al despertar, pero no estaban allí. Su corazón comenzó a acelerarse, el miedo se estaba apoderando de ella cuando escuchó un extraño sonido provenir de atrás de la pared. Sin pensarlo, salió corriendo de la oficina, bajando las escaleras desesperadamente, tropezando con sus propios pies al intentar escapar.

—¡FRANCESCA, CARA MÍA!—la voz de Carina Deluca sonaba desesperada—¿Qué ha pasado, piccolina? ¿Por qué corrias?

—¡HAY UN FANTASMA EN LA OFICINA DE MAMI!—sollozó, aferrándose a la italiana—¡Mamma! ¡No quiero seguir solita arriba!

Al escuchar la conmoción, el equipo de bomberos de la Estación 19 se había acercado con rapidez.

—¿Cómo que un fantasma, mi bebé?—preguntó Maya, preocupada—¿Tuviste una pesadilla?

Francesca extendió los brazos a la segura protección de su madre, negando rápidamente.

—Escuché algo, ¡ruidos en la pared! ¡Eso es un fantasma!

Theo, Vic y Travis se rieron al escuchar esto, haciendo que Maya los fulminara con la mirada.

—¿Quién te dijo que existen los fantasmas, picolina?—preguntó Carina, acariciando su espalda.

—Si me enteró que fueron ustedes los que le han metido esas ideas en la cabeza, me aseguraré de que tengan trabajo de limpieza todo el mes—amenazó la rubia, viendo a sus compañeros.

Vic levantó las manos.

Sara Perché Ti AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora