Sara Perché Ti Amo

Capitulo 29

Disclaimer: Los personajes de Greys Anatomy y Station 19 no me pertenecen, son de Shondaland. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos.

Nota: Cursiva es italiano.

Para Patty, feliz cumpleaños.  

Carina notó el cambio en su familia inmediatamente. Francesca y Liam entraron a la casa, pálidos y temblorosos. La doctora extendió los brazos, a los cuales los niños no dudaron en aferrarse.

—¿Qué pasa, bambini?

—El hombre malo es el papá de nuestra mami—dijo Francesca en voz baja.

—¿Por qué son tan malos con ella?—cuestionó Liam—¡Ella no hizo nada! ¡Ese señor es igual que Mason!—se cruzó de brazos—¡Y no me dejaron patearlo!

Maya entró a la cocina en ese momento, con Alessia entre los brazos. Ambas vieron con confusión al resto, sabiendo que ese abrazo decía mucho más de lo que debería.

—¿Están bien?—preguntó Alessia, tímidamente—¿Están enojados?

Francesca se soltó de los brazos de Carina y corrió a los de Maya. La Capitana se inclinó para abrazarla, tambaléandose un poco hasta el sofá dónde se sentó con sus dos niñas en brazos.

—¿Por qué estás triste, cariño?—cuestionó Maya, quitándole algunos rizos del rostro a Francesca.

—No quiero que mi papá sea un hombre malo—sollozó la niña—¡No quiero que sea como el tuyo, o el de Liam o el de Alessia!

Maya alzó la mirada a su esposa, confundida. Habían hablado con Francesca cuando se llevaron a Liam, explicándole que ella no tenía un padre como tal, había existido un donador que se encargó de dar la mitad de su ADN para que ella naciera; pero no tenía que conocerlo si no quería.

—Escucharon que hablaste de Lance—informó Carina, imitando el gesto del sofá pero con Liam—Creo que es momento de que hablemos de eso.

La Capitana sintió como si un balde de agua fría le hubiese caído en la cabeza. Egoístamente, había pensado que podría ocultar la identidad de sus padres a sus hijos por el resto de su vida.

—No debieron escuchar detrás de la puerta—fue la primera respuesta de la rubia.

—¡MAYA!—amonestó Carina.

Se ruborizó, bajando la mirada. Francesca apretó los brazos alrededor de su madre, llenando su mejilla de besos.

—Queríamos ver si Alessia estaba bien, mami—dijo la niña—No te enojes con nosotros para que no se enojen contigo.

Las palabras de Francesca hicieron que Alessia riera bajito, sintiendo como el peso de su espalda disminuía. La menor no parecía tan enojada con ella ahora como horas antes, aceptando que ambas estuvieran en brazos de su madre.

—No estoy enojada, mi bebé—prometió Maya, besando sus mejillas—Es solo que no me gusta hablar de eso.

—Te entiendo, mami, a mi tampoco me gusta hablar de mi papá—comentó Liam—Los papás son feos, ¡muy feos!

—Yo no creo que todos—susurró Alessia—El nonno es bueno, ¿no?

Carina vio sus manos, dudando de la respuesta. La relación con su padre no era buena, ni mala; pero no era algo que pensaba discutir con sus hijos.

—El nonno sabe lo que hace—dijo Carina, algo tajante—pero no siempre tiene que haber un mal padre, chicos. Simplemente, somos una familia que no ha tenido suerte en ese aspecto.