Capitulo 12

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Disclaimer: Los personajes de Greys Anatomy y Station 19 no me pertenecen, son de Shondaland. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos.

NOTA: Cursiva es italiano. 

Parecia que el tiempo pasaba en cámara lenta desde el momento en que despertó. Alessia no entendía nada de lo que estaba pasando. Seguía en los brazos de Maya, pero se encontraba en la habitación de la Capitana, donde Carina y Francesca la inspeccionaban para asegurarse que no estuviera lastimada.

—Fue una pesadilla, ¿verdad?—preguntó en voz baja.

Las dos adultas se vieron con el dolor completamente plasmado en su mirada. ¿Cómo podían decirle a Alessia que se alejaría de ellas? ¿Cómo podrían separarla de Francesca?

—Lo siento mucho, farfalla—susurró Carina, quitando el cabello del rostro de Alessia—Quisiera quitarte todo este dolor.

—¡Podemos hacer algo!—saltó Francesca—¡Decirle a mi tía Amelia que intervenga! ¡Qué diga que tiene que ir al doctor muchísimas veces para que no se la lleven!

Maya se mordió el labio, sabiendo que tenía que ser fuerte para no ponerse a llorar. Las preguntas seguían arremolinándose en su cerebro, pero sobre todo la sensación de traición crecía. ¿Por qué Nadine había hablado con la otra mujer sin decirles nada?

—Eso es decir mentiras, picolina y no está bien—dijo Alessia, resignada—Yo sabía que esto no podía durar mucho, pero lo agradezco...

Carina se debatía entre llorar y zarandear a la niña. Odiaba que dijera aquellas palabras con tanto dolor y resignación. ¿No se daba cuenta que ellas no dejarían de luchar?

—¡Aquí nadie se rinde!—saltó Maya, sorpendiendo a todas—Haremos todo lo legalmente necesario y estaremos juntas de nuevo, ¿entendido?

Las tres italianas asintieron con la cabeza, sorprendidas por las palabras de Maya.

—Realmente has hablado como una Capitana, mami—dijo Francesca, acurrocándose junto a ella y Alessia—Il mio Capitano.

—Il nostro Capitano—respondió Alessia, con seguridad.

Maya abrazó a ambas niñas con fuerza, sabiendo que haría lo necesario por ellas. ¡Aquí nadie se rinde! Solían ser las duras palabras de su padre cuando ella quería dejarse caer por el esfuerzo en los entrenamientos. Antes de que pudieran decir algo más, el duro golpeteo de la puerta las hizo ponerse de pie. Carina abrió, dejando ver a la jefa Ross.

—Necesito hablar con usted, Capitana—dijo, conteniendo la furia.

La Capitana se puso de pie. No era la primera vez que veía su puesto en problemas por hacer lo correcto, pero esta vez se soprendió al ver a Alessia prácticamente lanzarse hacia Ross.

—¡Ellas no sabían nada hasta el día en que se lo conté a Nadine! ¡Maya no hizo nada malo! ¡La única que hizo cosas malas fui yo!

—Alessia, por favor, deja que los adultos hablen—pidió Natasha Ross, su mirada pasando de la furia a la confusión.

—¡Pero ella no hizo nada malo!

Maya vio a Carina algo desesperada, la italiana sabia que tenía que tomar acción.

—Iremos a la casa, niñas—dijo la doctora—Tenemos que preparar una bolsa con cosas para Alessia.

—¿Qué? ¡NO!—reclamó Francesca, comenzando a llorar—¡Ella no se puede ir! La mia sorella!

—Te explicaré en el camino, picolina, ¿de acuerdo?

Alessia no quería soltar a Maya, pero tenía que hacerlo. Algo le decía que era la última vez que veía a la Capitana ese día, no quería perderla, ¡le había prometido que correría relevos con ella! Alessia no podía evitar sentir que de nuevo había cometido un error al confiar en los adultos.

Sara Perché Ti AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora