MY FAVORITE THINGS ━━ descendientes

1.01

—¿No te sientes incómodo usando traje todos los días?

El príncipe Thomas se encontraba recostado en el la cama de aquella habitación, jugueteando con un cubo Rubik entre sus manos, aunque mirando de vez en cuando al chico a unos metros de su posición, Ben, quien se encontraba sobre una tarima mientras Lumierè le tomaban medidas a su traje para la coronación que se aproximaba.

—Ya me acostumbré a llevar traje siempre, Tom—Respondió el chico, dirigiéndole la mirada—. Tu también deberías llevarlo, eres un príncipe.

—Que sea parte de la realeza no significa que dejaré mi comodidad de lado.

El primogénito del príncipe Phillip y Aurora era totalmente contrario a lo que un príncipe debía ser según lo que todos pensaban. El chico prefería vestir cómodamente con camisetas tallas más grande, pantalones holgados y siempre llevando una gorra en la cabeza, sin olvidar lo despreocupado que era y rebelde ante los ojos de muchos, llevando en su un piercing en su nariz y en sus orejas que parecían ser la cereza del pastel a todo lo que no debía ser un príncipe; todo lo contrario a su hermana melliza y menor por 10 minutos, Audrey, quien era una princesa hecha y derecha, digna de ser Reina.

Y, al recordar el sinfín de diferencias entre su hermana y él, Tom nuevamente se dio cuenta el porqué Ben había elegido a Audrey como novia, y no a él, que parecía ser un desastre con manos y pies.

—¿Cómo es posible que vayas a ser coronado Rey en un mes?—La voz del Rey Adam resonó en la habitación de Ben, acompañado de Bella, su esposa, los padres de Ben—. Eres un bebé. Oh, hola, Thomas.

El mencionado tuvo que levantarse de la cama de su mejor amigo, ofreciendo una pequeña reverencia que provocó risas a loa mayores. Thomas consideraba a los padres de Ben como si fueran sus tíos, después de todo, los conocía desde que tenía memoria.

—Mamá, Papá—Ben llamó la atención de sus progenitores—. Ya he decidido mi primera proclamación oficial... Decidí que los chicos de la Isla de los Perdidos podrán vivir en Auradon. Siento que han sido abandonados por errores de sus padres. Solo serán unos pocos al principio... Ya los he escogido.

Thomas se sorprendió un poco al oír las palabras de Ben, porque no había esperado que sacara aquel tema a conversación tan pronto. Era obvio que él ya estaba enterado de ello porque había sido la primera persona en enterarse, y no había dejado de pensar en la última semana acerca de la extraña sensación que había sentido al darse cuenta de la confianza que tenía Ben en él.

—¿Quiénes son sus padres?—Preguntó Bella hacia su hijo.

—Cruella de Vil, Jafar, la Reina Malvada—Respondió Ben, tomando una posición más seria antes de seguir—, y Maléfica.

No fue sorpresa la reacción de los Reyes de Auradon ante la mención de Maléfica, y él había querido evitar ello intentando convencer a Ben de traer al hijo o hija de Úrsula, pero el chico parecía bastante convencido de traer al hijo o hija de Maléfica, la mujer que había traído desgracia a los padres de Tom en el pasado.

El Rey Adam terminó convencido por las palabras de Ben luego de un intercambio rudo de palabras, y cuando se fueron los Reyes de Auradon de la habitación, Thomas vio como Ben suspiró pesadamente.

—Por un momento creí que te desheredarían—Tom rompió el silencio mientras se levantaba de la cama, y segundos después oyó la risa de Ben bendecir sus oídos—. Bien hecho, Benny-Boo.

—Yo también creí que lo harían—Respondió Ben, rodeando los hombros de Tom en un extraño abrazo, mientras ambos miraban por la amplia ventana en dirección a la Isla de los Perdidos. Tom sintió un escalofrío cuando la respiración de Ben chocó contra su oído—. Y deja de llamarme por ese tonto sobrenombre.

Benjamin se alejó del hijo de Aurora, dejándole con el corazón latiendo a mil por hora.

[...]

Thomas se mantenía de brazos cruzados detrás de Ben y Audrey mientras esperaban la llegada de los hijos de los villanos a la preparatoria Auradon luego de una semana después desde que Ben les comentó su proclamación a sus padres, sintiendo ya un leve dolor de cabeza al tener toda la banda escolar tocando una molesta canción para darles la bienvenida.

La música se detuvo cuando, de la limusina que se había detenido fuera de la preparatoria, salieron dos chicos peleando por lo que parecía ser una manta, hecho que no tardó en generar una sonrisa en el rostro se Tom.

—Déjenlo como estaba—Habló la directora, el Hada Madrina, con una cantarina voz—. Realmente, déjenlo en su lugar.

El par de chicos dejó de forcejear, colocándose junto al par de chicas que también habían bajado de la limusina. Tom no tardó en darse cuenta quién era hijo de cada villano, burlándose en su interior cuando Jay, el hijo de Jafar, intentó coquetear con su hermana, quien soltó una boba risa.

—Bienvenidos a la preparatoria Auradon—siguió el Hada Madrina—. Soy el Hada Madrina, la directora.

—¿La del bibidi-babidi-boo?—Cuestionó una chica de cabello morado, siendo claramente la hija de Maléfica, Mal.

—Bibidi-babidi, tu lo dijiste—Le dio la razón la directora.

—Es un gusto al fin conocerlos—Habló Ben, dando un paso hacia ellos—. Soy Ben...

—Príncipe Benjamin—Interrumpió Audrey, con una sonrisa—. ¡Será nuestro Rey!

—Adoro a los príncipes—La otra chica, de cabello azul, se acercó a Ben, dando una reverencia—. Mi mamá es una Reina, y eso me convierte en princesa—Tom la reconoció como Evie, la hija de la Reina Malvada.

—La Reina Malvada no tiene ningún título aquí—Habló Audrey, con una cínica sonrisa—, igual que tú.

—Ella es Audrey—Ben cortó el incómodo momento, y Tom dejó de ser un simple espectador cuando el chico le tomó del hombro y lo colocó junto a él—. Y el es Thomas.

—Princesa Audrey—Corrigió la chica—, novia de Ben. ¿Cierto, Benny-Boo? Y mi hermano, Príncipe Thomas.

El Hada Madrina dejó a los tres chicos de Auradon a cargo de los nuevos estudiantes, retirándose junto a toda la banda escolar.

—Es todo un gusto conocerles finalmente, chicos—Ben se acercó a los cuatro para estrechar sus manos—, esta es un memorable ocasión, que espero quede en la historia, el día en que nuestros pueblos se unieron.

—O el día en donde dejaste en claro que en Auradon somos todos unos aburridos con tus discurso—Habló Tom, saludando a los cuatro también con un apretón de manos, notando que el rostro de Carlos, el hijo de Cruella de Vil, estaba manchado de chocolate.

—¿Demasiado formal?—Ben le miró, soltando una risa.

—Demasiado, ya los aburriste—Respondió el pelinegro.

—No pareces príncipe—Soltó la pelimorada con una sonrisa, mirando a Tom—. Me gusta tu estilo.

—Me halagas, linda chica—Respondió Tom, con naturalidad—. Sígannos, les mostraremos la preparatoria.