10 de Noviembre de 2022.
La brisa del mar chocando contra mi cara, el aire fresco desordenando mi cabello, las olas del mar chocando contra la orilla es lo único que puede oírse.
La soledad siempre ha sido mi zona de confort.
No hay nadie más aquí. Solo estamos yo y el mar.
Las estrellas están muy brillantes esta noche, admirarlas desde aquí es algo que realmente disfruto hacer, desde que tengo memoria.
Intento acercarme aún más al mar, pero recuerdo que traigo tenis y me detengo a una distancia prudente para no mojarme. A Pesar de que me gusta mucho el mar casi no me gusta meterme, disfruto verlo pero no estar adentro como las demás personas. Normales.
Siempre me han dicho que soy raro por que no me gustan muchas cosas, pero a veces pienso que los raros son ellos, por ser tan iguales entre ellos y no ser originales. Eso es lo que mi hermana siempre me ha dicho.
Me agacho cuando una ola viene, para poder sentir la arena y agua entre mis manos, es relajante. Minutos después me pongo de pie y vuelvo a mirar a la nada.
Hay veces en las que me quedo mirando a la nada y cuando vuelvo a la realidad estoy mirando a una persona. Y eso es lo peor que te puede pasar.
—Las estrellas están hermosas esta noche ¿no crees?— una voz dulce me saca de mis pensamientos y me obliga a mirar a mi lado para ver de donde a venido esa voz
Me encuentro con un chico rubio de hermoso perfil, y más bajo que yo. Su cabello está por todos lados y se mueve en muchas direcciones debido al aire.
Mira en mi dirección y sonríe, entonces mis ojos se encuentran con unos completamente negros como la noche que casi no se distingue el iris de la pupila. Pero con un brillo mejor que cualquiera.
—Si...— es lo primero que sale de mi boca después de unos minutos de estarlo mirando. Y noto que su mirada no sale de mis ojos, entonces me obligó a apartar la vista de inmediato.
¿Por qué todo el mundo tiene que quedarse mirando mis ojos, como algo raro?
Eso es algo que siempre me ha causado conflicto y jamás me ha gustado. Odio que lo hagan, odio que la gente me mire directo a los ojos y se me quedé viendo como si fuera una anomalía.
Cuando ya no siento su mirada en mi, respiro, y puedo estar tranquilo de nuevo, pero entonces él vuelve a hablar.
—¿Te gusta venir en estos días al mar?— su voz es tranquila
—¿eh?
—Digo, ¿que si te gusta venir en estos días fríos al mar a ver las estrellas?— repite la pregunta de una manera tan paciente para que yo entienda mejor a lo que se refiere
—¿por qué la pregunta?— preguntó en respuesta.
Mi hermana muchas veces me ha dicho que es algo que debo cambiar ya que es molesto que te respondan con otra pregunta, pero no puedo dejar de hacerlo. Es algo que está ya instalado en mi cerebro, como si fuera la mejor manera de escapar de una conversación larga.
—Solo se me ocurrió, y bueno ¿te gusta?— pregunta de nuevo esperando otra respuesta
—¿por qué el interés?— respondo en un tono suave esperando que él se rinda y no pregunte más.
La gente suele aburrirse de mí cuando hablan conmigo por esto y deja la conversación. Sin embargo él no lo hace y vuelve a hablar.
—Porque quiero encontrar a más gente que tenga el mismo pasatiempo que yo, y le guste disfrutar de una noche estrellada como esta.— dice en un tono tan seguro de lo que está diciendo
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Una noche estrellada (Bl)
Teen Fiction"Entonces me di cuenta que esa era nuestra última noche estrellada juntos" El... con miedo a querer. El... con miedo a ser herido. Juntos crearán un cielo nocturno lleno de emociones y sentimientos, con miedo pero a la vez valentía. ¿Serán demasiado...