CAPITULO 1

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Jiang Cheng caminaba solo por el muelle de loto, el cielo teñido de tonos dorados y naranjas, el suave susurro del agua contra los pilares parecía una canción melancólica, acompañando su soledad.

La brisa acariciaba su rostro, pero su corazón estaba envuelto en una tormenta de tristeza. Cada paso lo llevaba más atrás en el tiempo, hacia recuerdos dolorosos que aún lo atormentaban.

Cerró los ojos y se encontró nuevamente en la mansión Jiang, en esos días llenos de risas y juegos con sus hermanos Jiang Yanli y Wei Wuxian, cuando sus padres aún estaban vivos y el mundo parecía un lugar lleno de vida.

Las risas dieron paso a la tragedia, y el corazón de Jiang Cheng se contrajo al recordar el fatídico día en que sus padres murieron, ahora era solo un recuerdo en su memoria, sintiendo el dolor fresco como si fuera ayer.

Y luego estaba su esposo, alguien que había creído que estaría a su lado en las alegrías y penas. Sin embargo, las cosas no habían resultado como había esperado. Lan Xichen en cada oportunidad que podía le pedía el divorcio. El amor que había anhelado se había desvanecido, convirtiéndose en rencor, dejando un vacío en su corazón.

Jiang Cheng se detuvo junto al lago donde flotaba un loto solitario en el agua, observó cómo las delicadas hojas se movían con la brisa, recordándole la fragilidad de la vida y la pérdida irreparable que había sufrido.

El sol finalmente se sumergió bajo el horizonte, tiñendo el cielo de tonos ardientes. Jiang Cheng se quedó allí, solo en su tristeza, permitiéndose sentir cada emoción que había estado reprimiendo. Era un paseo solitario

Sus lágrimas se acumularon en los ojos de Jiang Cheng mientras luchaba por contener su dolor, se aferraba a los recuerdos de su familia. Había luchado para mantener viva la secta Jiang, pero a menudo se sentía abrumado por la tristeza y la soledad.

Suspiró profundamente, sintiendo cómo su alma estaba destrozada en mil pedazos, como los pétalos de un loto en el agua.

De pronto, Jiang Cheng, sintió una pisada acercándose hacia él. No le tomó mucho importancia, porque pensó que era uno de sus discípulos. Pero, al ver que nadie decía nada, decidió darse la vuelta para ver quién era. Sin embargo, al momento de darse la vuelta, una espada apuñaló su pecho en un abrir y cerrar de ojos.

El dolor y la sorpresa se apoderaron de Jiang Cheng mientras caía de rodillas al suelo, con la espada aún clavada en su pecho. Miró fijamente a los ojos de su atacante, Los ojos fríos y despiadados se clavaron en los suyos, y en ese instante, su fuerza comenzó a flaquear, logró pronunciar unas palabras entrecortadas, dirigidas a su atacante desconocido.

— ¿me odias tanto que me quieres muerto? — pregunto forzando una sonrisa

Sin embargo, el atacante no mostró signos de arrepentimiento, se mantuvo impasible ante la pregunta de Jiang Cheng. Observó cómo Jiang Cheng luchaba por mantener una sonrisa a pesar del dolor y el sufrimiento que lo invadían.

Con un gesto frío, retiró la espada del pecho de Jiang Cheng y se alejó sin mirar atrás, su túnica blanca como la nieve ondeaba junto al viento y la cinta teñida de sangre en su mano contrastaba de manera impactante con la pureza de su vestimenta, creando una imagen surrealista que quedó grabada en la mente de Jiang Cheng.

Las sombras de la noche envolvieron a Jiang Cheng mientras su visión se nublaba y sus fuerzas se agotaban. en sus últimos momentos, recordó a sus padres y a sus hermanos, encontrando cierto consuelo en saber que se reuniría con ellos una vez más, su cuerpo cayó al lago de loto y la oscuridad lo reclamó, antes de sumergirse por completo en el lago, con un último suspiro pensó "al fin pronto me reuniré con mi familia"

REEMPLAZANDO EL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora