CAPITULO 15

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Nie Mingjue llevaba a Jiang Cheng en sus brazos mientras se acercaban a la entrada de Yunmeng. Al llegar a la entrada, los discípulos de Yunmeng los detuvieron, preocupados por la figura desconocida. Sin embargo, al reconocer a Jiang Cheng, se apartaron de inmediato, permitiendo el paso. Uno de los discípulos corrió a informar al líder Jiang y a Madam Yu sobre la situación.

— ¡Líder Jiang! ¡Madam Yu! —gritó el discípulo, con la respiración entrecortada—el líder Nie ha llegado con el joven maestro Jiang. Está inconsciente, pero... pero trae un bebé con él.

Madam Yu, al escuchar la noticia, se apresuró a salir. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a su hijo inconsciente y al pequeño bebé en sus brazos. Ordenó traer a los médicos de inmediato para revisar el estado de Jiang Cheng y el bebe.

Mientras los médicos examinaban a su hijo, Madam Jiang observó al bebé que él sostenía con tanto fervor. La visión de su nieto, tan frágil y pequeño, provocó un dolor profundo en su corazón. Con una voz temblorosa, ordenó a los discípulos que prepararan el ritual fúnebre.

— ¿Cómo está mi hijo? —preguntó Madam Yu al médico principal.

— Es extraño —dijo el médico, frunciendo el ceño— El bebé nació prematuro, pero el cuerpo del joven maestro Jiang está completamente bien. Sin embargo, muestra signos de una grave perturbación en su qi. Es como si alguien le hubiera dado ingredientes intencionalmente para inducir el aborto. No podemos detectar exactamente qué fue, pero claramente hubo una intervención maliciosa.

Madam Yu apretó los puños, su mirada se endureció —¿Quién podría hacer algo tan cruel? —murmuró, mirando al médico.

—Madam Yu Necesitamos estabilizar su qi y eliminar cualquier residuo de los ingredientes nocivos de su sistema. Será un proceso largo y delicado.

Nie Mingjue, que había estado observando en silencio, dio un paso adelante y se inclinó ligeramente —Si necesita mi ayuda, no dude en decírmelo estaré aquí.

Madam Yu asintió, agradecida —Gracias, líder Nie — tomo al pequeño bebé en sus brazos— por favor dígame que fue lo que paso en Gusu, cuénteme todo a detalle — salió de la habitación haciendo una seña para que lo siga.

Cuando Jiang Cheng despertó, el familiar techo de su habitación en Yunmeng fue lo primero que vio. Se levantó de la cama rápidamente, buscó desesperadamente a su hijo con la mirada, pero no lo encontró en la habitación. Sin perder más tiempo, salió corriendo.

En la puerta, dos discípulos de Yunmeng lo custodiaban. Al verlo, inclinaron la cabeza —Joven maestro Jiang, su hijo está en el salón ancestral— le informaron.

se apresuró hacia el salón ancestral. Su corazón latía con fuerza, al entrar, vio a su madre, inclinada sobre una pequeña figura, cambiándole la ropa.

—¡Madre!—exclamó Jiang Cheng, cayendo de rodillas al ver la escena —¿Qué haces? ¿Por qué mi hijo está ahí?

Madam Yu levantó la vista, su rostro serio y triste. —Jiang Cheng, hijo mío...—comenzó, su voz temblando ligeramente. —Estoy preparando a tu hijo para su descanso, tu hijo necesita un lugar de descanso adecuado. Es nuestra costumbre y nuestro deber...

—No—, interrumpió Jiang Cheng, su voz quebrándose —No, madre. ¡No! Mi hijo aún está vivo. No puedes hacer esto.—Jiang Cheng sintió como si el suelo se desmoronara bajo él.

Se acerco donde su hijo, no podía dejar ir a su hijo. Lloraba desconsoladamente, sus lágrimas caían sobre el rostro inmóvil del bebé. Intentó levantarse, queriendo llevarse a su hijo, pero su madre lo detuvo firmemente.

REEMPLAZANDO EL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora