CAPITULO 12

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Hubo un momento de silencio tenso antes de que Jin Guangyao extendiera una mano, sacando de su manga una pequeña horquilla. Lan Xichen la reconoció de inmediato: era la horquilla que había puesto en el cabello de Jin Guangyao el día de la boda de Lan Zhan y Wei Ying.

—Gracias por ayudarme ese día—dijo Jin Guangyao con una voz suave. Extendió la horquilla hacia Lan Xichen—. Te lo devuelvo.

Lan Xichen tomó la horquilla con una mano temblorosa, sus pensamientos retrocediendo a aquel día en el que sus acciones habían provocado lágrimas en los ojos de Jiang Cheng. Apretó la horquilla, sintiendo el dolor de la culpa resonar en su interior.

Al estar en reclusión se dio cuenta de cómo había tratado a Jiang Cheng durante su matrimonio. Su mente se llenó de recuerdos, de momentos en los que había visto la esperanza y el amor en los ojos de Jiang Cheng, solo para destrozarlo con su indiferencia.

Jin Guangyao se acercó un paso más, preocupado por la tristeza evidente en el rostro de Lan Xichen —me disculpo por los problemas que cause, lamento mucho haberte ocasionado tantos problemas, hablaré con el maestro Jiang para aclarar las cosas, le explicare que nosotros solo somos amigos.

Lan Xichen levantó la mirada —no es necesario que te disculpes con Jiang Wanyin, yo fui quien le pidió el divorcio a Jiang Cheng —confesó — Tú no tienes nada que ver con el divorcio... al contrario lamento causarte problemas.

—¿pero por qué hiciste eso?

"creí que a quien amaba era a ti" Lan Xichen miro por unos momentos a Jin Guangyao —... no tiene importancia.

Lan Xichen bajó la cabeza, Jin Guangyao, viendo la angustia en su amigo, dio un paso hacia adelante y lo abrazo, sin embargo, el abrazo se rompió abruptamente cuando ambos escucharon voces provenientes del exterior del Hanshi.

Ambos se separaron rápidamente, Lan Xichen levantó la vista y se quedó helado al ver una escena que encendió una furia ardiente en su interior. Nie Mingjue estaba cargando en sus brazos a Jiang Cheng, que parecía inconsciente. La imagen de Jiang Cheng en ese estado, sumada al hecho de verlo en brazos de otro, avivó una ira que no pudo controlar.

Sin pensarlo dos veces, Lan Xichen apretó los puños y caminó rápidamente hacia ellos, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Cuando llegó junto a Nie Mingjue, extendió los brazos y, sin mediar palabra, le arrebató a Jiang Cheng de los suyos.

—no lo vuelvas a tocar —espetó Lan Xichen, apretando los dientes.

Nie Mingjue, sorprendido por la reacción de Lan Xichen, lo miró con ceño fruncido.

Jiang Cheng abrió los ojos lentamente, instintivamente, llevó una mano a su vientre abultado, buscando la conexión con la vida que crecía dentro de él. Una leve sonrisa, se dibujó en sus labios al sentir la energía vital de su hijo.

Giró la cabeza y encontró a Lan Xichen dormido a su lado, con su mano aún aferrada a la suya. El rostro de Lan Xichen, sereno y pacífico, parecía casi etéreo en su calma. Las feromonas calmantes que él emitía envolvían la habitación en una atmósfera de tranquilidad y protección.

Jiang Cheng suspiró, acariciando con suavidad la frente de Lan Xichen —Gracias, Xichen... por dejarme amarte, por cuidarme cuando más lo necesito— murmuró con una tristeza resignada — ambos nos causamos daño en nuestra vida pasada, ya no quiero seguir sufriendo por algo que nunca tendré.

Con cuidado se levantó un poco para no despertar a Lan Xichen y se sentó en el borde de la cama. Las imágenes de Lan Xichen abrazando a Jin Guangyao, había destrozado su corazón, "Ni en el pasado, ni ahora hay espacio en tu corazón para mí," pensó con amargura. Acarició suavemente la mejilla de Lan Xichen, intentando grabar ese momento en su memoria. "Ya no seré tan codicioso. Ahora, creo que realmente estoy dispuesto a dejar de amarte"

REEMPLAZANDO EL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora