||~Nunca sola~|| °Izuku Midoriya° [Deku] x lectora

Pasantía benéfica

Narras tú

—¡Cinco minutos! ¡Sólo cinco minutos de descanso, por favor!

—¿Ya te rindes por apenas treinta golpes? Vamos linda, sé que puedes aguantar más que eso. —Suspiró con algo de decepción.

El segundo día de mis pasantias había iniciado, y a Feelingirl no se le ocurrió mejor idea que iniciar de nuevo peleando. Según ella debía mejorar mi defensa. Se me hacía raro que no usará su kosei aún, me levanté con el cuerpo adolorido por los múltiples golpes y la miré.

—¿No usaremos tu kosei de nuevo? —Le pregunté con curiosidad.

—Puede ser malo para ti estar bajo los efectos de mi kosei tan seguido. Además... —Noté como no estaba segura de decir lo que pensaba. —Quisiera verte usando el fuego así, sin la ira de por medio, ¿puedes hacerlo?

Tragué seco y mire hacia el suelo con una mueca de frustración. Ya había intentado sacar esas llamas de nuevo, a pesar de mi temor, pero no lo conseguí hasta ayer cuando estaba bajo los efectos del kosei de la adulta.

—No, lo intenté pero no lo consigo, es como si sólo salieran cuando estoy molesta... —Admití en un suspiro.

—Hmm... —Se posó en frente de mí, parecía observarme con intriga,  aún con aquella venda en sus ojos. —Creo que es por tu miedo, ya hablamos de el ayer, debes superarlo. Sé que no será de un día para otro, pero para perder el miedo debemos experimentar, ¿por qué le temes a tu poder? ¿Lastimaste a alguien con el cuando eras más joven?

—Sobre eso... —No le había mencionado que era un kosei que acaba de despertar hace tan sólo unos días, era un miedo muy reciente. —Lo desperté ese mismo día del festival deportivo, por eso me alarma tanto...

—¿Qué? ¿Ese día fue que lo obtuviste? —La sorpresa en su voz era perceptible. —Nunca vi algo como eso, los koseis despiertan como mucho a los cinco años... Eres un caso especial. —Se acercó a la mesa donde tenía las armas de entrenamiento y tomó una bola de madera. —Activaré mi poder. Tu objetivo no será atraparme ni nada, sino quemar esta bola de madera, no te preocupes en lastimarme, ¡esfuérzate!

Gritó con alegría y nuevamente esa sensación de rabia me invadió, de forma más intensa que la anterior. Mi respiración se volvió agitada y me fue inevitable no fruncir el ceño, sentía mi sangre arder y mi mente gritar, los efectos de su kosei son extraños, te hacen sentir cierta emoción sin motivos, lo que te hace sentir más confundido al ser afectado por ella.

—¿Estás segura de esto? —Al salir cada palabra sentía mi garganta arder, cada letra la pronunciaba de forma firme y grosera, además de que sentía los músculos tensos, ya me empezaba a desagradar este sentimiento.

—Por supuesto linda, ¿de qué otra forma aprenderás a usarlo si  no? Será como montar en bicicleta, te caerás pero le tomarás el ritmo. —Me sonrió para tranquilizarme pero seguía sin estar convencida.

—Pero si fallo no me lastimaré a mí, sino a ti... ¡Eso es peor! —Lo último lo grite sin querer, mi voz rabiosa subía su volumen por sí sola.

—Eso es muy heroico de tu parte, pero aprende a preocuparte por ti misma también, además... —Su sonrisa amable se volvió una arrogante y burlona, al igual que su tono de voz. —¿De verdad crees que serás capaz de siquiera tocarme? Que tierno de tu parte.

Su entonación burlona sólo provocó más molestia en mí, cosa que hizo que la atacará antes de que diera la instrucción de hacerlo.

Narrador omnisciente