La Promesa de Aria || Sonaria ||

16

Llego temprano a clase, siempre que he llegado temprano a clase ha sido porque por la noche había tenido esa maldita pesadilla. Sin embargo, esta vez no. Hoy me he levantado realmente feliz y activa, cosa que no me pasaba desde hace tiempo.

He llegado tan pronto que ni siquiera hay nadie en clase. Me dan ganas de ir al baño y dejo mi mochila en mi sitio antes de ir al aseo. Cuando estoy justo por entrar en el cuarto de baño tengo que frenar en seco para no chocarme con Starlight, quien salía de este.

—Hola...

—Hola — la saludo de vuelta.

Intento seguir mi camino pero Starlight está parada justo en la puerta observándome.

—¿Puedo pasar? —le pregunto sonriendo.

—Mmmm... sí perdona —me responde apartándose.

—Gracias — le agradezco antes de entrar.

Al salir veo a Starlight apoyada en la pared de enfrente y al verme se acerca a mí.

—¿Podemos hablar? —me pregunta con tanta dulzura que me es imposible negarme.

Asiento y espero que ella hable.

—¿Por qué me evitas? ¿He hecho algo? —me pregunta.

Es cierto que, hace ya unas semanas, sí estaba enfadada con ella por cómo había hablado de mí a mis espaldas con Sonata. Pero ya ni me acordaba de todo aquello. Últimamente la había evitado porque siempre está cerca de Sonata.

—Me gustaría saber qué piensas de mi —le digo eludiendo sus preguntas.

Contrae su rostro unos leves segundos sorprendida.

—Eres una chica inteligente, independiente, segura de sí misma... Que ha tenido momentos difíciles en su vida pero que es fuerte y sigue adelante... —me responde.

—Nada de eso parece ser algo malo — comento.

—No, no lo es —dice ella confusa.

—Entonces... ¿por qué vas advirtiendo a la gente de que tengan cuidado conmigo? —le pregunto, mi tono es más amargo de lo que quería que fuese.

—No entiendo... Yo no he hecho eso... Eres mi amiga—me responde.

—Eso quiere decir que no piensas que yo tenga una lista de ligues o que sea alguien que siempre necesito tener a alguien debajo de mis sábanas...

—No entiendo de qué va todo esto...

—Sólo contéstame... ¿Lo piensas o no lo piensas? —le pregunto mirándola fijamente.

—Desde que te conozco siempre me has contado sobre los chicos o chicas con las que te has acostado. Han sido bastantes y sé que de todos no me has contado... así que a tu pregunta mi respuesta es que sí. Creo que te has acostado con muchas personas para tener solo veinte años —me responde con sinceridad.

El hecho de que haya sido tan sincera me hace sonreír.

—¿Ahora por qué sonríes? —me pregunta incrédula.

—Está bien saber lo que piensas de mí... —le digo antes de dejarla atrás y dirigirme a clase.

El aula está casi llena, me acerco al grupo de Trixie, quienes parecen muy entusiasmados.

—¡Hey! ¿Dónde estabas? —me pregunta Trixie al verme.

—En el baño, ¿de qué habláis?

—Esta noche vamos a salir de fiesta... Tú vienes ¿no? —me pregunta aunque sé que lo hace de manera retórica.