La Promesa de Aria || Sonaria ||

10

Observo a Sonata, quien está parada al lado de la puerta de mi piso, tiene sus manos en los bolsillos de su chaquetón y se balancea hacia delante y atrás con sus pies, claramente, parece estar nerviosa.

—¿Sonata? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo? — le interrogo.

—Starlight me lo dijo. Bueno, yo le pedí que me lo dijese — sonríe nerviosa — quería hablar contigo.

Abro la puerta del piso y la invito a entrar. Pasa delante de mí y observo como comienza a analizar todo, tal y como yo hice en su casa.

—¿Llevabas mucho rato esperando? —le pregunto mientras nos quitamos los abrigos.

—No... Acababa de llegar —me responde, intento averiguar por su expresión si me está mintiendo pero no soy capaz.

—¿Te apetece algo de beber? — le ofrezco mientras le señalo el sofá para que tome asiento.

Me hace caso y se dirige hacia él.

— No, gracias...

—Menos mal porque no creo que tenga mucho en el frigorífico, solo te lo he preguntado por parecer una buena anfitriona — bromeo.

Ella ríe y parece más relajada.

—¿Qué querías decirme? — le pregunto sentándome a su lado.

—Yo... te quería dar las gracias por ayudarme a estudiar. Gracias a ti he aprobado ese examen —me responde feliz.

—Me alegro... pero no hace falta que me des las gracias y menos venir hasta aquí solo por eso — le comento.

—Tienes razón... podría habértelo dicho en clase... pero viendo que durante los exámenes nos estabas evitando a Star y a mí. Supuse que cuando vuelvan a comenzar las clases otra vez seguirías igual — me dice.

—No os estaba evitando... —miento— Lo que pasa es que estaba tan concentrada en seguir aumentando mi LISTA DE LIGUES que no me di cuenta de vuestra presencia... —digo con lentitud.

—También quería pedirte perdón por eso — me dice bajando su mirada.

—¿Sabes qué? No somos amigas, no somos nada — digo con tono frío — no hace falta que intentes arreglar nada.

Sonata sigue mirando hacia sus manos, jugando con los puños de su jersey rojo de lana. Unos segundos después me mira con sus ojos azules algo llorosos. Lo que me provoca una punzada en el estómago.

—Starlight, ya me advirtió de que no te cae bien la gente con dinero pero tenía la esperanza de que nos pudiésemos llevar bien... porque tú... me... caes bien — me dice sin apartar la mirada de mí con sus ojos todavía vidriosos —No sé por qué pero es cierto.

Sinceramente, eso no me lo esperaba.

—No toda la gente que tiene dinero me cae mal... Empezando por Trixie o Starlight... Además, no he dicho que me caigas mal, he dicho que no somos nada, como mucho compañeras de clase y creo llevar razón en eso... — digo intentando hacerla sentir mejor, aunque no soy muy buena en eso.

Ella sonríe levemente y ese pequeño gesto hace que yo también sonría.

—Oye, Aria... aunque no seamos nada. Me preguntaba si me puedes ayudar con una cosa — me pide dubitativa.

—Tendrás que decirme qué es, para saber si te puedo ayudar... —respondo algo extrañada por el cambio de tema tan repentino.

Sonata se queda callada, mirándome fijamente, después de unos segundos niega con la cabeza y se centra en los puños de su jersey.